La invitación.

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Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yans_kiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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"No sé, si soy el adecuado para tí, pero estoy seguro que tú . . .
                    Serás el mundo para mí."













Sango trabajaba en documentos pendientes, mientras por los ventanales de su gran departamento se dejaba ver la lluvia, más bien era como una especie de brisa con la bruma que solía aparecer en esta estación  del año en Londres.
De pronto se encontró recordando la silueta musculosa y bronceada de Bankotsu. Un hondo Suspiró surgió de su boca, al recordar sus manos, recorriendo su cuerpo, y sus dedos introduciéndose en  . . .

Se escucharon llaves insertandose en la puerta, alzó la vista y vio entrar a Miroku, se le detuvo el corazón, se veía guapo y elegante, siguiendo el engañoso estilo de belleza de las pasarelas, llevaba una camisa de Ralph Lauren, bajo una gabardina y pantalón del mismo diseñador. Entró en el departamento como si de su casa se tratara, como si no le hubiera destrozado sus hilusiones y el corazón tiempo atrás.

— Hola, Sango.

La saludo con una sonrisa perfecta de anuncio de televisión.

— Estás sóla?

— Hola Miroku, si no tienes en cuenta a mi computadora, los muebles y mi gata, sí estoy sola.

— Veo que te encuentras muy bien, me imagino que la mesa es nueva, tu mami te la debe haber repuesto,  la rompiste queriendo saltar de ella, te dije que tenías que bajar de peso.

— Qué quieres?

Le pregunto.

— Se que no has venido para pedir una disculpa, mucho menos a platicar.

— Mmmm . . . quiero mis cosas que aún están en tu closet.

— Se supone que enviarías por ellas hace una semana.

Miroku puso cara de molestia mientras recorría todo con la mirada.

— Bueno he estado ocupado, en fin, ya sabes que tengo muchos compromisos de trabajo.

Puso los ojos en blanco mientras el enojo poco a poco se hiba apoderando de ella.

— Claro, al igual que yo.

— Claro.

Dijo Miroku con una carcajada, mirando el plato de fruta y las palomitas que Sango tenía sobre la mesita.

— Comer todo lo que se te atraviesa y estar sentada es tan estresante . . .

Lo fulminó con una mirada asesina.

— Eres un desgraciado, no se que fue lo que ví en tí.

Miroku, se aliso la gabardina y dió un giro cómo si de una pasarela se tratase.

— Lo que todas las mujeres nena, asumelo, los dos sabemos que ningún otro hombre tan guapo y elegante como Yo, volverá a interesarse en una mujer cómo tú.

Sango tomó un cenicero que estaba de adorno sobre la mesita y se lo arrojó a la cabeza.
Miroku grito de dolor, mientras un hilo de sangre bajaba por su ceja izquierda. Con la mano se palpó dónde había dado el cenicero viendo la mano llena de sangre.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Où les histoires vivent. Découvrez maintenant