Duele.

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Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

🚫 Aviso de Lemon.

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“ Muere, la esperanza que añoro, pues teniéndolo todo . . . Nada te puedo dar.”






—¿Estás muy dolorida? —le preguntó.

Teniendo en cuenta todas las circunstancias debería estarlo, pero las caricias de Demetrius eran tan tiernas que apenas notaba dolor alguno.

—No. ¿Y tú?

—Me siento mejor que nunca.

Se acomodo en la cama y tiró de ella hasta colocársela encima. Midoriko se acomodo a horcajadas sobre su cintura y gimió ante el maravilloso roce de esos duros abdominales en el trasero y sus manos. No sin cierto asombro, descubrió que los abdominales no eran lo único que estaba duro… otra vez.

—No te cansas nunca, ¿verdad?

Él le tomó el rostro entre las manos y la miró con una expresión pensativa.

—Eres tú, amor. Está claro que la culpa la tienes tú. Con cualquier otra estaría boca abajo y llevaría horas durmiendo, o simplemente . . . Ya me hubiera marchado.

—¿Lo dices en serio?

Demetrius  le tomó la mano y se la colocó sobre su miembro hinchado.

—¿Tú qué crees?

—Que tendría que haber tomado más vitaminas esta mañana.

—Pues yo creo que todavía nos quedan unas cuantas posturas por probar.

Midoriko abrió mucho los ojos cuando  con un sólo movimiento se deslizó dentro de ella, jadeó sintiendo lo profundo que le llegó llenándola por completo. Ya sólo se escucharon jadeos y gemidos en la habitación en bastante tiempo.




La señora Kent y Naguna estaban en la cocina alimentando a los bebés, por alguna razón su madre y Demetrius aún no se levantaban, supusieron que estaban agotados, el cuidar de dos bebés no era tarea fácil así que ayudarían a cuidarlos el día de hoy. Kagome se levantó con más ánimos, su barriga de seis meses ya era muy notoria, había sido una sorpresa henorme saber que en su vientre albergaba dos preciosos niños, Sango con su humor característico les sugirió a ambas mujeres cuidarse por qué sus hombros eran muy prolijos, y no sería nada bueno volver a preñarse de gemelos. Dentro de toda su tristeza estaba feliz y . . . Asustada. Al llegar a la cocina y ver el hermoso cuadro de Naguna sosteniendo a Trístan le entraron ganas de llorar, era tan lindo y cada día se parecía más a su padre salvó por los ojos esmeralda de su madre. Y no se diga el otro, Yannig tenía un aire a Sesshomaru, era muy grande para su edad con sus preciosos rizos rubios cási blancos y sus ojos grises. Jamás se le había ocurrido preguntar cómo era el padre de Sesshomaru, mientras cavilaba sobre el asunto descidio traer la cámara de vídeo y grabar el momento tierno. Se le había hecho un hábito grabar todos los momentos de los bebés de Midoriko y Sango, y de las ecografías de sus bebés, no quería perderse nada de ninguno . . . Lo hacía también pensando en que su padre se estaba perdiendo la mejor parte de la etapa del bebé, crecían muy rápido y pronto estarían reconociendo a las personas a su alrededor . . . su padre sería un desconocido. Apartó los pensamientos tristes y se concentró en seguir con el vídeo. 
Raizo miraba a las mujeres felices con los bebés de su madre, cómo era posible que dos personitas tan pequeñas pusieran de cabeza a todas las mujeres de la casa, ni siquiera habían reparado en él, que paciente esperaba el desayuno, quería comer darse un baño y Lugo dormir un rato, el patrullaje había sido agotador , matarlos fue fácil lo difícil había sido alcanzarlos, fueron bastante escurridizos.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora