Sentimientos y recuerdos

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Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad.

Lenguaje y contenido fuerte.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadaksu.

Historia con derecho de autor.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.
Disculpen la redacción.

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" En este mundo nadie es feliz, por estar estancado en un momento de dolor o alegría. "











Kagome término de bañarse, tenía pensado llamar a la agencia para saber las novedades, y ver si Jack y Ayame ya habían terminado el trabajo.
Sango le había mandado un mensaje diciéndole que los nuevos chicos ya estaban instalados y en espera de Ayame y Jack, su padre aun no regresaba, y la madre de Sango mandaba saludos y un último comentario que hizo a kagome querer estrangular a Sango. El mensaje decía :
<< Espero te lo estés pasando de lo lindo con ese mangaso , y quiero que a tu regreso me digas si su "equipo" es tan grande como su portador, no desaproveches y usa condón, no quiero que pesques una enfermedad, o algo peor un bebé. Bss: Sango >>

De sólo pensar en eso, le daban escalofríos, su amiga era un caso, ella era una mujer de 26 años y perfectamente capaz, sólo que nunca había tenido una pareja formal, su meta había sido primero pasar todo el tiempo posible con su padre y que él se sintiera orgulloso de la mujer inteligente e independiente en que se había convertido, pero las cosas no resultaron como las planeó, su padre se la pasaba en viajes de negocios y el único momento en que estuvo junto a el durante un tiempo fue cuando Naraku tuvo un conato de infarto, duro un mes en la mansión bajo los cuidados de kagome, pese a que Naraku se dejo cuidar la relación no fue lo fraternal que kagome esperaba, su padre era frío, serio y muy parko en palabras, no había tema de conversación, solo los negocios pero, de esa manera kagome encontró una puerta para tener comunicación con su padre. Ha veces lo sorprendía mirándola de manera silenciosa con esos ojos negros y profundos, no sabia definir si la veía cómo queriendo decirle algo o cómo si le doliera el verla.
Kagome aprendió a convivir con el carácter duro y formal de su padre y era lo único que ella tenia en la vida, lo adoraba y eso no cambiaría.

Termino de cambiarse saldría a desayunar, hacia frío y opto por una chaqueta abrigadora botas altas y jeans forrados, no quería pescar un catarro. Se miro al espejo satisfecha con su apariencia.
Al salir por la puerta y ver el cielo nublado, se felicitó por haber elegido bien, nunca había viajado a Canadá, pues no tenia necesidad, la agencia mandaba a Jack o Ayame para cualquier asunto relacionado con la agencia y Sango y Kikio eran más que eficientes para resolver cualquier contratiempo.

Había preguntado por una cafetería donde se pudiera desayunar y no estuviera muy alejado del hotel. Se encontró que estaba a 4 calles frente a una plaza, entro por las puertas de cristal el lugar no era muy grande pero muy limpio y pintoresco, era precioso muy agradable, la camarera le indico una mesa para dos. Se acomodo de manera que veía por el ventanal a la calle y la entrada , pidió un chocolate caliente especialidad de la casa, unos panqueques y fruta. Se dispuso a leer las noticias internacionales. Se metió tanto en lo que leía que no reparo en un hombre alto y de semblante serio que se dirigía a su mesa. Las mujeres suspiraban a su paso, inclusive las camareras y la dueña del local se quedaron embobadas mirando ese hermoso hombre.

- Señorita Vanderbilt.

Una vos ronca y profunda casi hace que kagome se atragante con el chocolate. Levantado la mirada se encontró con dos preciosos ojos como soles, por dios! Este hombre le causaría un infarto, se encontró muda de pronto .

- Me puedo sentar?

Kagome por fin reacciono y con la mano le indicó que se sentara.

- Señor Leone, como esta espero que haya pensado en mi proposición y ya tenga una respuesta.

Sesshomaru se reclinó en la silla y se metió las manos en la gabardina.

- Aun insiste?

Kagome dejo su tasa en la mesa y cruzó las manos sobre la mesa, preparándose para replicar o darse por vencida. Lo pensó y una vocescita le insto a insistir, llevaría a ese perfecto hombre o dejaría de llamarse Kagome.

- Realmente, no lo entiende o sólo es una manera de negociar para ver si le ofrezco mas dinero?

Sesshomaru, la miraba sin cambiar de expresión, pero un brillo peligroso se dejo ver en sus ojos al momento de apretar los labios , se inclino peligrosamente cerca del rostro de Kagome.

- De verdad quiere saber lo que pienso?

Kagome trago grueso , y se humedeció los labios resecos, se veía muy molesto.

- Lo siento si le molesto mi manera directa de decir que usted es mas que perfecto para trabajar en lo que le ofrezco, quizás lo estoy presionando pero mi trabajo me obliga a darle un plazo tan corto, si aun no ha decidido o no piensa aceptar, le pido que me lo haga saber, no me gustaría seguir haciéndolo perder su tiempo y el mío.

Sesshomaru cambio su semblante a uno mas relajado, incluso un brillo divertido se reflejo en sus doradas pupilas.

- Termine su desayuno, y hablaremos , la invito a caminar.

Se volvió a reclinar en la silla, tomando el periódico que kagome tenia sobre la mesa.

Kagome se sintió ignorada, respiro profundo y se dijo que no permitiría que este irritante hombre la intimidara, se dispuso a pedir la cuenta, de pronto se le había quitado el apetito.

La chica que la había atendido, rápidamente apareció a su lado dándole la cuenta, mientras kagome buscaba en su bolsa el dinero, Sesshomaru saco una vieja billetera y le tendió unos billetes, la camarera casi se desmaya cuando Sesshomaru volteo a verla y le dedico una mueca que podría decirse que era una sonrisa. Kagome miro molesta a Sesshomaru e hiba a replicar , Sesshomaru se adelanto levantándose e indicándole con una mano que salieran del local.

La alta figura de Sesshomaru dejaba sin aliento a todo el que lo veía pasar, aun no podía acostumbrarse a la intimidante presencia de este hombre.
Salieron a la fría mañana, Sesshomaru caminaba a su lado en el mas completo silencio, durante un rato kagome se limito a seguirlo, los nervios de Kagome se alteraron pensando a donde diablos la llevaba, le dolían las manos por tenerlas apretadas dentro de las bolsas de la chaqueta, su molestia aumentaba al grado que no se percato de la vista espectacular donde se encontraban, de pronto tomo conciencia del lugar donde se encontraban, una gran cantidad de barcos surcaban el río , estaba estática viendo algo tan hermoso, le recordó el puente de Londres por donde también surcaban los barcos. Una sonrisa casi infantil le iluminó el rostro al recordar sus paseos con los padres de Sango.
Sesshomaru miraba como su rostro sonrojado, cambiaba ante el espectáculo, sus ojos la detallaron de manera fija. Labios carnosos , ojos de un color muy singular, figura esbelta pero con las curvas adecuadas, una piel de alabastro y su larga melena ondulada. Era preciosa y el haberla tenido en sus brazos hacia que se le pusiera dura al instante. Que tenia esa pequeña mujer que lo hacia reaccionar de manera tan visceral, en toda su vida jamás mujer alguna lo había descolocado de esta manera, después de todo lo que le había sucedido, ya no había lidiado con mujeres en mucho tiempo, Midoriko le advirtió << " si no hay mujer que alegre a tu " mascota" , no te le acerques, seria una perdida de tiempo , y te sentirías peor después " >> y aquí estaba con esta bella mujer sintiendo como se le revolvían las entrañas, queriendo hundirse en ella, ahora se daba cuenta, Midoriko siempre tenía razón.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora