La cena.

347 46 19
                                    


Los Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yans_kiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

Lemon explícito.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿

" Hay angeles que nos regresan al infierno."

















Sango había hablado con kagome, Estaba con Sesshomaru y se la pasaría con él todo el fin de semana. Ella seguía con algunas dudas pero, Bankotsu le había demostrado que podía confiar en él, así que lo llevaría a conocer a sus padres confiaba ciegamente en el juicio de su madre, ella la ayudaría a despejar todas sus dudas, estaba cansada pues el haber descargado su alma, su cuerpo como que había perdido toda la tensión acumulada en años. Escucho el teléfono y la contestadora, probablemente era su madre, le llamaría en cuanto terminara su baño, era tan relajante que dormito en la bañera, unos toques en la puerta la despertaron. Salió fresca y relajada con un albornoz de color rosa y se fijó por la mirilla para ver quien era. Un hombre de traje negro volteaba para todos lados como si no quisiera que lo reconocieran, con lentes negros ella no supo quién era así que no habrio. Siguieron llamando a la puerta, Sango con el corazón acelerado se quedó recargada en la entrada. Se escuchó como se alejaban y entonces reparó en un sobre que fue deslizado por debajo. Lo levantó y volvió a sonar la puerta, se fijó de nueva cuenta, era Bankotsu le habrio y este estaba con un ramo de orquídeas, Sango sonrió pensando que le había traído flores pero Bankotsu se acerco la besó y cerró la puerta.

- Estaban en la entrada cuando llegue, pero no traen ninguna tarjeta.

Bankotsu se las entrego para ver la reacción de Sango.

- No tengo idea, pensé que eran tuyas, ponlas por ahí .

- No, no me gustan esas flores en todo caso te traeré una rosa o unas violetas. Ven acá te extrañé.

Sango sonrió y fue hacia él, era extraño, primero el hombre que le dejó el sobre y ahora esas flores, un escalofrío le recorrió la espalda algo no estaba bien en todo aquello, se volvería a casa de sus padres o en todo caso le pediría a Bankotsu que se quedará con ella, había dos habitaciones además, él seguro dormiría con ella. Un leve rubor inundó sus mejillas.

- Como estás, ya te sientes más tranquila?

- Estoy mejor gracias, ¿no tenías trabajo pendiente?

Bankotsu la tomo de la cintura y se sentó con ella en las piernas.

- Tengo trabajo, dentro de tres días viajo a Nueva Orleans habrá un festival y me tocó ir junto con otros 5 compañeros.

Sango hizo un puchero.

— Tan pronto? Es que . . . quiero que vayamos a cenar con mis padres, dime ¿quieres?

Bankotsu le vió el rostro arrevolado se veía preciosa, como una niña que está pidiendo salir a jugar, sonrió.

- Crees que es conveniente?

Sango se quedó pensativa un segundo, luego sonrió.

- Ok, ¿tengo que ir formal?

- No mucho, casual está bien. Igual te verás muy guapo.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora