💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞

Una pesadilla.

Los Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

Aviso de Lemon.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

" Duele, duele un montón.
Pero va a pasar, y cuando sane,
Más fuerte vas a ser,
Más alto vas a volar,
Más libre vas a ser.
Y vas a entender, que algunas historias terminan,
Para que otras mejores puedan empezar."

"El principito."

El día de la reunión llegó, Midoriko estaba más que nerviosa y no paraba de fumar y de ser regañada por su hijo. Raízo tenía un mal presentimiento pero sabía que su madre no cambiaría de opinión aún y cuando estaba visiblemente nerviosa, ya había revisado el área cientos de veces además de poner más cámaras en el departamento, todo saldría bien, no había manera de que Toga pudiera dañar a su madre.

‹ El patriarca llegó›

Le avisaron a Raizo por los auriculares.

[Entendido]

Midoriko respiro profundo y se sentó en el lujoso sofá del recibidor.
Raízo se inco frente a ella.

- Madre estás segura? Sólo podremos ver Naguna y yo lo que sucede ahí adentro, déjame activar los micrófonos para escuchar.

- No, lo que va a pasar ahí sólo nos concierne a mí y a él, no te preocupes estoy confiando en tí, como siempre, pero esto es mi responsabilidad . Por favor hijo confía en mí.

- Lo hago madre, es en él en quién no confío.

Midoriko sonrió para tranquilizarlo, y le dió un beso en la mejilla, ella estaba muy nerviosa y asustada, algo no estaba bien pero ya era tarde para hacer un cambio, además que ya era hora de enfrentarlo, era una lastima que Sesshomaru estuviera de viaje de trabajo y nada menos que en el desierto, Bankotsu cuidaba a su mujer y a la mujer de Sesshomaru, no podía pedir su ayuda, Demetrius llegaría hasta mañana y no había nadie más que su hijo al cual le confíaba su vida, le sonrió para tranquilizarlo, hasta que se fue.

Raízo se coloco en el lugar más cercano al edificio y los ventanales del departamento, quería estar lo más cerca posible para actuar si se presentaba un inconveniente.

- Todos listos y en posición.

La puerta se habrio y entro el hombre que hacía muchos años no veía, estaba cási igual, alto, cuerpo esbelto y rostro atractivo apesar de la cicatriz que muy tenuemente aún se notaba en su mejilla y ceja izquierda, su mirada color miel se clavo en los ojos esmeralda de la mujer que lo miraba con desconfianza desde el sillón. Una sonrisa surco los labios de Toga al mirar la postura y el hermoso rostro de la mujer que lo desafío. « Tan bella, pero letal . . .como una rosa. No puedes tocarla sin que primero te hiera.»

- Toga.

- Midoriko. . .
Tanto tiempo, y Sigues igual de bella. ¿10, 12 años quizás?

- Fueron 19, ¿ahora ya no soy mesalina?