Trato de gritarle a Geena que no lo haga. Pero la mano de McGill no deja pasar palabra.
-¡Geena, por favor no lo mates! ¡no puedo perderte! ¡Geena, te lo ruego!
-Usted no quiere hacer eso, Señora Shelly -Matt tiene de vuelta su voz zalamera-. Usted adora a ese hombre.
Geena duda. Parece entrar en razón.
-Usted sabe que la nación estará mejor sin este hombre -dice el demente.
Geena se prepara para apuñalar.
-Todos ustedes están siendo manipulados. Deben resistirse -dice Matt.
McGill me suelta.
Todos parecen aturdidos.
Mi instinto me dice que ese loco los tiene hipnotizados a todos. Y que de alguna forma Matt está rompiendo la hipnosis. O eso quiere hacer creer al mundo.
Bueno, yo tengo mis propios métodos. Salto, encojo mis piernas, pasó mis manos esposadas al frente. Cojo el arma del cinto de McGill y disparo contra ese doctor loco. Tres veces. Al corazón. Lo derribo.
Todos se llevan sus manos a sus cabezas, como si tuvieran jaqueca. Y lentamente vuelven en sí.
Matt se acerca a mí.
-¿Cómo te resististe? -dice sonriendo.
Me quedo paralizada. Se dirigió a mí. ¿Qué le respondo?
-¡No puede ser! ¡¿qué he hecho?! -es Geena, abrazando el cadáver del ministro.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
Ignoro a Matt y voy a ella. La abrazo. Trato de tranquilizarla. No es culpa de ella. La estaban controlando. ¿Pero cómo?
Se encienden los monitores de las paredes.
Es otro demente con el traje de cirujano.
-Hola a toda la nación. Soy El Cirujano. Y esta solo ha sido la primera cirugía.
Las pantallas se van a negro. De modo que él que acabo de derribar no era el original. Aunque el del monitor tampoco es el original.
El original es... ¿Dónde se metió?
Van a venir por mí, piensa Matt.
Y me van a culpar de todo.
Me dirijo a mi oficina seguido de tres escoltas.
Pero lo peor. ¿Cómo ese sujeto pudo influenciar a todos los presentes?
Tristemente sé cómo. De la misma forma en que yo puedo hacerlo.
Si descubren el secreto de mi influencia, será mi fin.
Abro la puerta. Les pido a los escoltas que custodien afuera.
Entro. Cierro tras de mí.
Aplaudo. Las luces se encienden.
-Creí que nunca llegarías.
Hay una chica desnuda en el sofá. Echada de costado. Sonriente. Lleva lencería roja.
-Ahora no es buen momento. ¿No escuchaste el escándalo de abajo?
Llego a mi escritorio. Abro una gaveta. Cojo un arma y una bolsa con un kilo de tabaco.
-Creí que ese alboroto era parte del show.
Observo el tabaco.
Quien robó el cargamento del puerto, planea inculparme de este desastre.
-Matar al Ministro De Defensa no era parte de mi show.
-¿Qué? ¿mi tío está muerto?
Sonrío.
-Muy graciosa.
La chica está llorando.
-¿En serio era tu tío?
-Sí.
-Mierda. Lo siento. Te lo compensaré. Te conseguiré un papel en una sitcom que voy a producir.
Un estruendo horrible. La puerta se hace pedazos. Y uno de mis guardaespaldas cae inconsciente.
Mierda.
Esa chica entra a la habitación. Es tan alta como yo. Se ha quitado la chaqueta y arremangado la camisa, se ha puesto cómoda para la lucha. Tiene cara de esposa engañada. Pero es tan sexy. Será mía.
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Miénteme A Ver Qué Te Pasa
ActionSi te gustó la serie Lucifer, esta historia te va encantar. Romance. Risas. Morbo. Acción. Y mucho más. Diana es una joven agente de inteligencia, es fuerte, independiente y temeraria. Nunca ha necesitado de un hombre, aunque por eso ha pasado...