Pero antes de chocar contra el suelo. Se apoya en una rodilla.
Imposible.
Nadie puede soportar mi patada.
Respira hondo. Tose sangre. Está noqueada. Pero su voluntad es de acero.
No puedo dejarla recuperarse.
—Diana, detente —es Matt.
Salto y me dejo caer con una patada giratoria.
Mete sus manos, pero de todas formas su cabeza termina en la lona.
La ataco con una metralla de puñetazos.
—Detenganla —dice Matt a sus hombres.
—¿Entonces aceptas tu derrota? —dice McGill.
Silencio.
Riu detiene mi puño y me entierra sus nudillos en la frente.
Todo da vueltas, cuando menos me acuerdo estoy respirando su sobaco.
Me hace una llave. Aaaahhh. Me va a romper el cuello.
—Ríndete, Diana, —dice Matt.
No. No puede perder contra esta zorra.
—¡Aaaaaaaaahhhh!
Rompo su llave y me retiro al otro extremo del cuadrilátero.
Esa estúpida se pone de pie acompañada de una gran sonrisa.
Está fundida. Como yo.
Quizá solo nos quede energías para un último ataque.
Inhala.
Se lanza contra mí.
Me lanzo al frente.
Uno. Dos. Los puñetazos vuelan por doquier. Nuestras defensas están destruidas. Cada golpe entra directo a la cara.
Pero ella golpea más fuerte.
No voy a resistir. Me olvido del ataque y paso a esquivar. Es una danza mortal.
Retrocedo. Pero atrapa mi pie con el suyo. Un machucón.
¡PAM!
Un cañonazo a mi estómago. Vomito sangre. Y vuelvo a la lona.
Ya no tengo fuerzas. Que humillación.
—¿Qué esperas? No quiero tu piedad. Ven y terminalo.
—No eres tan fuerte. Pero tienes agallas.
Viene sobre mí con su puño demoledor. Me cubro el rostro.
Ha caído en la trampa.
—¡Riu, alto!
Silencio.
La estúpida aborta su ataque.
—Te han salvado de tu muerte, niña —me dice.
Matt sube al cuadrilátero.
—Riu, Eres más fuerte. Mucho más. Pero Diana te ha leído como un libro abierto. Bajas tu defensa cuando tu rival está desvalido.
—Me dió su mejor ataque y no pudo conmigo.
—No te lo dí —digo y la sangre brota de mi boca.
—Sí, claro.
—No te lo dio. Ibas a recibirlo si no te detengo.
—¿Qué?
—Ibas sobre ella sin defensas. Su rodilla apuntaba a tu hígado. Toda su potencia sobre ese punto tan débil, te ibas a retorcer sobre el cuadrilátero.
Silencio.
Riu se encoge de hombros.
—Igual yo le iba a partir el cráneo primero.
—No lo creo —digo.
—Pues yo sí —dice Matt—. Si no paro la pelea una o las dos, terminan en urgencias.
Me pongo en pie y subo mi guardia. Jadeo. Me siento destrozada y mis pulmones están fundidos, pero mi voluntad sigue intacta.
Riu sonríe, maliciosa, ¿o acaso por admiración?
—¿Qué haces? —me pregunta Matt.
—Prometiste que si ganaba, te entregabas y voy a ganar.
—Bien, sigamos —dice Riu, se truena el cuello y sube su guardia.
—Alto. Me voy a entregar.
Enarco una ceja.
—No quiero que dañen tu bello. rostro, Riu.
Hijo de…
Me voy sobre él. Pero alguien me detiene por la espalda. Es McGill. ¿En qué momento subió?
—Ya, Diana, va a pagar en la cárcel lo que te ha hecho.
Matt extiende las manos y esboza una sonrisa sarcástica.
YOU ARE READING
Miénteme A Ver Qué Te Pasa
ActionSi te gustó la serie Lucifer, esta historia te va encantar. Romance. Risas. Morbo. Acción. Y mucho más. Diana es una joven agente de inteligencia, es fuerte, independiente y temeraria. Nunca ha necesitado de un hombre, aunque por eso ha pasado...