—Sí.Un mes después de lo ocurrido. En la casa de ella.
Ella no era virgen, cuando Matt aclaró eso sentí que le dolía no haber sido el primero.
Hay una pregunta en mi cabeza. Una pregunta que me ha rondado desde que Matt preguntó el nombre de la Fiscal secuestrada.
Pero es una vocecita que trato de apagar a porrazos.
Mi pecho palpita.
Matt debe estar cerca.
Es un camino. Seguramente a una cabaña.
Giro en una curva y maldigo. Hijos de puta.
Hay un árbol talado, obstruye el paso.
Junto a él dos hombres. Uno de ellos lleva una motosierra.
Los otros dos autos se detienen tras de mí. Sus conductores se bajan.
—¡Malditos imbéciles! —digo a los taladores.
Parece que son padre e hijo.
—Repita lo que dijo —dice el chico.
Su padre lo manda a callar.
Sabe que somos agentes por nuestros trajes.
—Disculpe, Señora. Se suponía que el árbol debía caer al otro lado.
—¿Tienen permiso para talar este árbol?
—No, Señora, —dice cabizbajo.
—Bien. Somos agentes de la AIE. Pasaré por alto esta tala ilegal con dos condiciones.
—Lo que usted pida, Señora.
—Primero mis compañeros les tomarán sus datos. Ustedes se comprometerán a sembrar tres árboles más para compensar la muerte de este.
—Sí, Señora.
—Segundo, necesito su moto.
—¡No! —espeta el chico.
Debe ser suya. Es una montañesa grande. De las buenas. De las caras.
—Está bien —dice el padre.
Me da las llaves.
—¿De casualidad vieron pasar un auto recientemente?
—Sí. Un carro viejo. Azul.
—¿Vieron al conductor?
—Sí, se parecía mucho al joven de la tele.
—A Matthew Gillen —agrega el hijo.
Lo tengo.
—Corten el tronco en pedazos y despejen la calle para que mis compañeros puedan seguir.
Sigo el camino, conduciendo la moto.
Medio kilómetro después veo una cabaña cuesta abajo. A unos cien metros.
Un carro azul en su entrada. Y junto a él una pareja abrazada.
Una pareja.
Se nota que llevan mucho tiempo así.
Y me hago la pregunta que había estado tratando de callar a porrazos.
¿Podría yo ganarle a ella?
Lamentablemente. Conozco la respuesta.
Llegan los otros dos carros. Les hago señas con la mano para que no se detengan.
Segundos después. Arrestan a Matt. La fiscal reacciona como una fiera. Y trata de impedir el arresto de Matt a zarpazos.
Me derrumbo sobre un árbol. Incapaz de contener el llanto.
Me pongo unas gafas oscuras para que nadie sospeche mi sufrimiento. Como yo soy "la inmune". Yo llevo a Matt. Y a la Fiscal. En mi auto.
Es un largo viaje de regreso. En silencio. Cuarenta minutos que parecen cuatro horas.
Llegamos a la casa de la Fiscal.
La mamá corre a abrazar a su hija. Y cuando ha satisfecho su necesidad, exprime a Matt.
Se deshace en agradecimientos.
—Tienen que soltarlo —dice la Señora—. Él salvó a mi hija.
—Él violó la ley, mamá —dice la Fiscal, cabizbaja.
—¿Dónde está El Guerrillero? —pregunta Geena.
—En su celda —responde Matt.
Un momento…
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Miénteme A Ver Qué Te Pasa
ActionSi te gustó la serie Lucifer, esta historia te va encantar. Romance. Risas. Morbo. Acción. Y mucho más. Diana es una joven agente de inteligencia, es fuerte, independiente y temeraria. Nunca ha necesitado de un hombre, aunque por eso ha pasado...