Los periodistas se vuelven locos.
—¿Entonces el noviazgo fue un truco?
—Completamente.
No me importan sus palabras. No me importa nada. ¿Esto es estar en shock?
Tengo una extraña resignación.
Cierro los ojos. Respiro profundo. Agito el arma sin cargador en mi mano.
El Cirujano le sabía algo, quizá algún negocio sucio con Russo. Y me usó para callarlo.
—Mi amor, me alegra que estés bien.
Abro los ojos justo en el momento que esa rubia salta a sus brazos. Y de un golpe, sin aviso, toda la rabia vuelve a mí.
Como el rayo de dolor que sigue a la anestesia.
"Disparale al hijo de perra", dijo El Cirujano.
—Ey, Matt.
Se gira.
BAM. BAM. BAM.
Tres disparos al corazón.
Se derrumba.
Sonrío.
…
Un momento.
¡¿Qué mierda acabo de hacer?!
¡Perdí la razón!
La rubia me grita histérica. Tiene las manos llenas de sangre.
No.
¿Qué he hecho?***
Echemos el reloj atrás. Hace unos días.
La noche del intento de suicidio de Evans. En su casa.
Evans y Matt tienen una discusión, murmuran con virulencia. Diana los ve airados. Pero no escucha lo que dicen.
—¿Cómo sé que no usarás tus poderes de manipulación conmigo? ¿cómo sé que no lo has hecho ya?
—No todas las personas pueden ser manipuladas, además no haré nada para dañarlo. Se lo prometo.
—Las promesas valen bien poco en este negocio. Debes hacer un pacto inquebrantable. Le gustas a mi hija. Y yo quiero nietos.
Matt sonríe, incómodo.
—Me gusta alguien más.
Ahora es Evans el que se parte de risa.
—¿De quién hablas? ¿de la barbárica protegida de la perra de Shelly? ¿acaso te volviste loco? Es el enemigo. No me importa que te la tires hasta sería bueno si la puedes convertir en espía. Pero yo quiero que te cases con mi hija.
Silencio.
—¿Y qué pasa si no acepto?
—Ese es el detalle, no te puedes negar. Porque negarte significa abandonar el partido.
—¿Y si me niego a ser su yerno y al mismo tiempo me niego a abandonar el partido?
—Ella muere. Gastaría cada centavo que tengo para que la maten. Y no importa donde se escondan, los encontraría así pasen décadas. Y si decides matarme, te lo prometo, eso no cambiaría nada. Ella siempre moriría.
Matt piensa por un momento en hipnotizarlo, para que olvide tanta majadería.
Pero ve el odio en sus ojos, sería imposible hipnotizarlo.
Mira a Dina, que los observa al otro lado de la sala, junto a unos guardaespaldas.
Ella le sonríe. No puede permitir que esa sonrisa se apague.
—Está bien, cuando atrape al Cirujano me comprometo con su hija.***
Dos agentes vienen por mí, me desarman.
¿Qué he hecho?
Me esposan con las manos a la espalda.
¿Qué mierda he hecho?
Algo dentro de mi cruje, se hace pedazos.
La chaqueta de Matt está llena de sangre.
Le reventé el corazón.
COF. COF. COF. COF.
¿Matt está tosiendo?
¿está vivo?
La multitud enloquece.
Matt se pone de pie, sonriente. Y me mira. Y su sonrisa desaparece.
—Súeltenla.
Los periodistas atacan con sus preguntas.
Matt se desabotona la camisa y se descubre el chaleco antibalas. Se lo puso. Y usó sangre falsa de cine.
Me quitan las esposas.
—¿Agente Diana, por qué le ha disparado a Matthew Gillen? ¿acaso fue por celos?
—Nada de eso —dice Matt—. Fue la última fechoría del Cirujano. Finalmente venció su resistencia y la hipnotizó. Ella tenía la orden de matarme.
Llega McGill. Me abraza y me saca de ahí mientras Matt se vuelve a abrazar con esa.
Y evita mi mirada.
¿Por qué, Matt?
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Miénteme A Ver Qué Te Pasa
الأكشنSi te gustó la serie Lucifer, esta historia te va encantar. Romance. Risas. Morbo. Acción. Y mucho más. Diana es una joven agente de inteligencia, es fuerte, independiente y temeraria. Nunca ha necesitado de un hombre, aunque por eso ha pasado...