¿MATT, ERES EL VERDADERO O ERES UN IMPOSTOR?

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Apartamento de Diana. Sala.

—¡¿En serio te dijo eso?!

Linda salta de alegría. Semidesnuda. Sus pechos generosos se agitan en su sostén. Es perturbador.

Le fascina caminar desnuda por el apartamento.

—Linda, te he dicho mil veces que uses más ropa —digo en un suspiro, incómoda.

—¿Por qué? Las dos tenemos lo mismo. Oh. Entiendo. Ves todo esto y te sientes tentada. No te culpo, tienes un buen gusto.

—¿Qué? No.

—Tranquila.

Linda baila. Provocadora. Mueve sus caderas como una hawaiana. Se acaricia. Hace ademán de quitarse el brasier. 

—Basta. Para. 

Esta niña.

Estalla en carcajadas.

—Tranquila. Ay, me encanta tener una amiga virgen a la que molestar.

—Muy graciosa.

—Bueno. Volvamos al tema. ¿En serio te dijo que eras su droga?

—Sí. Pero las dos sabemos que es un mentiroso empedernido. Dirá cualquier cosa para llevarse una mujer a la cama.

—Cierto. Pero te dije que solo es una fachada. Este tipo en realidad es un sujeto inseguro.

—Cómo se ve que nunca lo has tratado en persona. Tú dices inseguro, yo digo que es la persona más arrogante que he conocido.

—Mi maestro de lengua dice que arrogante viene de arrogarse, que significa tomar algo que no te corresponde. El aparenta una seguridad  que no tiene.

Agito la cabeza para desprenderme de esa rara explicación. 

—Aunque fuera como dices. Y sus palabras fueran ciertas. ¿Por qué un tipo que ha estado con tantas mujeres sentiría eso por mí?

—Bueno, eres muy atractiva. Y virgen, a los hombres les gusta eso.

—Ah, entiendo. Osea que estará interesado mientras yo siga siendo virgen, bueno creo que puedo esperar otros veinticinco años.

—Tal vez no tanto pero créeme, entre más lo hagas esperar, menos probable es que no vuelva a hablarte una vez que lo hagan. Así que contrólate.

—¿Eso te ha pasado? ¿los chicos han dejado de hablarte después de… ya sabes?

—No. Después de que me prueban nada les sabe más dulce.

—Uhm… Anoche hablabas dormida. 

—¿Qué?

—No parabas de quejarte. "¿Por qué no me llamas, Karl?".

—¿Qué? Yo no dije eso —dice insegura.

—Sí, lo dijiste. Karl es el chico del otro día, ¿verdad?

Silencio.

—Seguramente perdió su móvil. O se lo robaron. Por eso no llama ni recibe llamadas.

—Sí, claro.

—Sí.

Nos miramos fijamente. Silencio incómodo. 

—Ya llamará. Cuando quiera sexo —estalla en llanto—. Porque no tendrá una relación seria conmigo. Soy una zorra. 

Nunca la había visto así por un chico.

La abrazo.

—Tranquila.  Tú eres muy hermosa y tienes una personalidad atrapante. Ya verás que llamará. No encontrará a nadie mejor.

Desde que la conozco siempre ha sido muy liberal respecto al sexo. ¿Y ahora se dice zorra?

En serio le gusta este chico.

—Eres una tramposa —dice, calmando su llanto—. Te aprovechas de mi vulnerabilidad para abrazarte contra mí. Pervertida. 

Sonrío.

—¡Qué cosas dices!

La abrazo más fuerte. Lo necesita.

Toc, toc. Tocan la puerta.

Linda escapa de mis manos echa un conejito saltarín y feliz.

—¡Karl!

  

  

Miénteme A Ver Qué  Te PasaWhere stories live. Discover now