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***

Sala de interrogatorios.

—Donde lo  escondías —pregunto colérica.

—En un búnker bajo mi museo.

Geena y yo  quedamos perplejas.  Ahora entiendo por qué mis pechos palpitaban cada vez que entraba en ese lugar.

Pero algo no me cuadra. ¿Por qué revelarnos el secreto de un búnker bajo su museo? 

Miro sus ojos.

En sus ojos no lo encuentro a él. No encuentro su seguridad. Su arrogancia. Su poder.

Adivino su pensamiento. Piensa que es su fin.

Algo se estremece dentro de mí. Me parte el alma verlo así.

¿Qué pasó con su amenaza?

—¿Vas a llevar a cabo tu amenaza de colapsar la economía nacional con una recesión?

—Podría hacerlo —dice con voz mortecina—. Pero los que más sufrirían serían los ciudadanos de a pie.

—¿Por qué no huiste del país o solicitaste asilo en una embajada?

Se encoge de hombros.

—No quería prolongar un juego que ya había perdido. Pero debía despedirme con un último show.

Ha aceptado su derrota.

—¿Dónde está Russo? —pregunto con más calma.

—Ni idea, supongo que en algún paraíso fiscal donde no haya extradición.

—Tú debes conocer todas sus propiedades. Escucha, Matt, si no colaboras nunca más volverás a ver la luz del sol.

—Estoy consciente de ello. Siempre estuve consciente. Sabía qué si nuestra misión  fracasaba, las cosas iban a terminar mal para mí.

—¿Su misión? —pregunta Geena —. ¿De qué misión hablas?

—Planeábamos crear un gobierno que velara por los desprotegidos.

Geena ríe sarcásticamente.

—Ese gobierno ya existe.

Ahora es Matt quien ríe.

—No diré si el gobierno actual vela por los más humildes o no. Solo diré que su partido no ganará las próximas elecciones. No tienen un líder con el carisma del actual Presidente. Su derrota es inminente.

—Aún así —dice Geena con ironía —, ¿tu mejor opción para velar por los más desprotegidos es un partido históricamente corrupto y saqueador? No suena muy creíble tu historia.

Matt sonríe y se dispone a explicar.

Un recuerdo viene a mí. La noche en que nos conocimos. Cuando lo atrapé en aquella casa.  Dijo que se había unido a su partido para destruirlo desde dentro.

Puedo imaginar la cara de satisfacción de Geena  al escuchar esas palabras  de su boca y saber que lo tiene grabado.

Destruido. 

Enviaría esa grabación inmediatamente a Evans.

Y Matt no tendría ni la más pequeña posibilidad de salir del fango en el que está ahora.

Porque aún hay una pequeña oportunidad de que salga bien librado de esta.

Pero Geena puede acabarla de un golpe. No puedo permitirlo.

Miénteme A Ver Qué  Te PasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora