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—No, está bien —dice, y asiente con elegancia.

—Me gusta saber que puedes ser dócil. —Sonrío—. Bueno, ¿dónde estábamos?

—En el meollo de la cuestión —contesta, centrada en lo que nos ocupa,
pero entonces toma un largo sorbo de vino y sus mejillas se encienden.

Debe de estar haciendo acopio de valor. Tendré que estar atenta a cuánto
bebe, ya que ha venido en coche.
Aunque podría pasar la noche aquí… Así podría quitarle ese vestido tan
tentador .

Me obligo a centrarme en lo que hemos venido a discutir: las objeciones de Mónica. Rescato su e-mail del bolsillo interior de la americana.
Ella vuelve a erguir la espalda y me dirige una mirada expectante, y tengo
que esforzarme para ocultar mi diversión y junto a esto el calentón que llevo encima.

—Cláusula 2. De acuerdo. Es en beneficio de las dos. Volveré a redactarlo.

Toma otro trago.

—Mi salud sexual. Bueno, todas mis compañeras anteriores se hicieron
análisis de sangre, y yo me hago pruebas cada seis meses de todos estos
riesgos que comentas. Mis últimas pruebas han salido perfectas. Nunca he consumido  drogas. De hecho, estoy totalmente en contra de las drogas, y mi
empresa lleva una política antidrogas muy estricta. Insisto en que se hagan
pruebas aleatorias y por sorpresa a mis empleados para detectar cualquier
posible consumo de drogas.
De hecho, una de las personas a las que he despedido hoy no superó
esas pruebas.

Parece perpleja, pero prosigo con la explicación.

—Nunca me han hecho una transfusión. ¿Contesta eso a tu pregunta?

Asiente con la cabeza.

—El siguiente punto ya lo he comentado antes. Puedes dejarlo en
cualquier momento, Mónica. No voy a detenerte. Pero si te vas… se
acabó. Que lo sepas. Nunca. Jamás. Segundas. Oportunidades. Nunca.

—De acuerdo —contesta, aunque no parece estar muy segura.

Ambas guardamos silencio cuando el camarero entra con el primer
plato. Por un momento me pregunto si deberíamos haber realizado
esta reunión en mi despacho, y enseguida la idea me parece ridícula. Solo
los necios mezclan el trabajo con el placer. Siempre he mantenido separados los negocios y la vida privada; es una de mis reglas de oro. La única excepción es mi relación con Elena… pero, claro, ella me ayudó a crear mis negocios.

—Espero que te gusten las ostras —le comento a Mónica cuando el
camarero se va.

—Nunca las he probado.

—¿En serio? Bueno. Lo único que tienes que hacer es metértela en la
boca y tragar. Creo que lo conseguirás—
Miro deliberadamente su boca, recordando algo totalmente fuera de lugar. Al
instante se ruboriza, y yo exprimo limón sobre la concha y me la llevo a
la boca.

—Mmm, riquísima. Sabe a mar. —Sonrío mientras ella me mira
fascinada—. Vamos —la animo, consciente de que no es de las que se
amilanan frente a un desafío.

—¿No tengo que masticarla?

—No, Mónica. —E intento no pensar en sus dientes jugueteando con una de mis partes favoritas de mi anatomía.

Los aprieta contra el labio inferior hasta dejar una marca. El recuerdo llega a mi mente.

Maldita sea. Esa imagen hace que me estremezca, y me remuevo en la
silla, siento mis pezones duros y las ganas de  follarla aumentan. Ella coge una ostra, le exprime limón encima, echa la cabeza hacia atrás y abre mucho la boca. Cuando se introduce la ostra en la boca, mi
cuerpo se tensa.

—¿Y bien? —pregunto, y mi voz suena algo ronca.

—Me comeré otra —contesta en un tono irónico.

—Buena chica.

Me pregunta si he pedido expresamente ostras; conoce sus famosas
propiedades afrodisíacas. La sorprendo al decirle que, sencillamente, eran
el primer plato del menú.

—No necesito afrodisíacos contigo, con tus ojos me basta.

Sí, podría follarte ahora mismo.

Compórtate, Vanesa. Vuelve a encauzar esta negociación.

—¿Dónde estábamos? —Echo otro vistazo a su correo y me concentro
en sus excepcionales objeciones. Cláusula 9—. Obedecerme en todo. Sí,
quiero que lo hagas. —Esto es importante para mí. Tengo que saber que
está a salvo y que hará cualquier cosa por mí—. Necesito que lo hagas.
Considéralo un papel, Mónica.

—Pero me preocupa que me hagas daño.

50 sombras de Martín (v) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora