Capítulo 3

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Una semana después...

Rancho Gallardo


Narrador

Andrea estaba en el jardín del Rancho Gallardo, apartada de la agitación del cumpleaños de su sobrino. Necesitaba estar sola por unos minutos y tener un poquito de tranquilidad. La semana había sido muy agitada y ella se sentía agotada. Pero, al final, todo valió la pena, su sobrino se veía feliz y eso era lo único que le importaba. Flavio y Irina se lucieron con la producción y organización de la fiesta, ambos tenía mucho talento para la publicidad. Arturo y Sofía estaban muy ilusionados por compartir el primer cumpleaños de su hijo, el pequeño Gallardo Del Junco se veía muy feliz en la compañía de sus papás, de su familia y de sus amiguitos. El Capitán Fernández estaba acompañando a Cayetana, mientras Don Felipe disfrutaba de un buen tequila.

Andrea POV

Estaba perdida en mis pensamientos cuando siento los brazos de mi marido rodeando mi cuerpo, envolviéndome en un abrazo cariñoso, sus manos acariciaban mi vientre y sus labios besaban mi hombro, mi cuello y por fin mi mejilla. 

Samuel:  Mi amor, te estaba buscando. - Dijo. Sonrió cuando siento sus labios acariciando mi piel, me aferré a su abrazo antes de contestar.

Andrea:  Pues... ¡Ya me encontraste! – Dijo, mientras ponía mis manos sobre las de él, me incliné un poco y lo besé en la mejilla.

Samuel: ¿Y qué haces aquí tan solita? ¿Acaso te estás escondiendo de mí? – Preguntó divertido.

Andrea: Nooo... ¡Eso jamás! Solo quería un poquito de tranquilidad.... Quedarme un ratito a solas... Y pensar. - Dijo.

Samuel: ¿Y en qué estás pensando, mi brujita? Claro, si es que se puede saber. – Dijo mirándola.

Andrea: Ay, pero qué más va a ser? ¡Pensaba en ti, bobito! En como mi vida ha cambiado desde que te conocí... En como me haces sentir tan bien. – Dijo sonriendo y entonces me giré, para mirarlo a los ojos. – Me devolviste la vida, Samuel. Y yo te amo mucho por eso. - Dijo emocionada. Samuel sonrió y con su mano derecha acarició mi mejilla izquierda, me besó despacio en los labios y me miró con ternura, admiración, devoción... Amor. Me sentía tan protegida y amada por ese hombre, pongo mis manos en su pecho mientras él acariciaba mi espalda con sus dedos.

Samuel: Brujita, tú también cambiaste mi vida, gracias a ti, conocí el amor. ¿Y te confeso algo? Cuando me besaste en el día de mi secuestro, lo supe que eso era exactamente lo que yo quería... Quería sentir mi corazón acelerar, con cada mirada, cada beso y cada caricia tuya, ¡Quería sentirme vivo! Siempre me he sentido como si me faltara algo, entonces tú llegaste a mi vida como un huracan y lo cambiaste todo. Jamás te apartes de mí, brujita. Porque yo no lo soportaría, eres el amor de mi vida...Y yo te amo. – Dijo emocionado. No pude contener mis lágrimas, Samuel apoyó su frente a la mía, y limpió mis lágrimas con sus pulgares. Me besó en los labios lento y dulce. Pero yo convertí nuestro beso en cálido y apasionado, con la yema de mis dedos masajeaba la nuca de mi mugrosito, mientras profundizábamos nuestro beso. Nuestros corazones estaban acelerados, respirábamos con dificultad, momentos después, puse mis manos en su pecho y interrumpí nuestro beso.

Junto a tiWhere stories live. Discover now