Samuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...
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En la mañana siguiente
Samuel POV
Subí las escaleras mientras cargaba la bandeja del desayuno, cuándo llegué a nuestra habitación mi brujita seguía profundamente dormida, estaba tumbada boca bajo, veía su espalda desnuda, las sábanas enredadas en sus piernas largas y torneadas. No puedo creer que me hayas dicho que empecemos a buscar nuestro hijo.
No pude evitar sonreír, es que se veía tan hermosa y relajada. Aunque me daba pena despertarla tenía que hacer... Dejé la bandeja de desayuno, en la cama y me acerqué hacia ella, empecé a besarla suavemente por toda su espalda.
Samuel: Es hora de despertar, mi brujita dormilona. – Dijo mientras, le besaba el hombro izquierdo. Escucho cómo ella murmura algo, y poco a poco empieza a moverse.
Andrea: Uh... Solo cinco minutos más. – Dijo soñolienta.
Samuel: No señora Gallardo... Ya es hora de desayunar. – Dijo, besando su mejilla.
Andrea: Eres malo. – Dijo. Me eché a reír.
Samuel: Pero igual me quieres. – Dijo divertido. Veo cómo ella abre sus ojitos y voltea para mirarme a los ojos.
Andrea: Solo porque me trajiste el desayuno en la cama. – Dijo, mirando la bandeja.
Samuel: ¿Ah, solo por eso? – Pregunté, haciéndome el ofendido.
Andrea: Bueno, y por otras cositas más. – Dijo, mirándome divertida.
Samuel: Buenos días, amor. – Dije, acercándome para besarla en los labios dulcemente.
Andrea: Buen día. – Dijo, regalándome esa sonrisa que me acelera el corazón. - ¿Qué tienes ahí, eh? – Preguntó, moviendo las cejas, mientras señalaba la bandeja.
Samuel: ¿Mi brujita se despertó hambrienta? – Preguntó divertido.
Andrea: ¿Tú que crees? Anoche tuvimos mucha tarea, me dejaste sin fuerzas mugrosito... Tengo que recuperar las energías, voy a tener un día muy largo. – Dijo. Yo me eche a reír. – No te rías. – Dijo mirándolo.
Samuel: Bueno, yo creo que la hicimos muy bien, ¿No te parece? – Preguntó, mirándola pícaramente.
Andrea: Mugrosito, siempre la hacemos muy bien. – Dijo sonriendo.
Samuel: Esto es verdad. Somos los mejores! – Dijo, con una gran sonrisa.
Andrea: ¿Qué vas hacer hoy? – Preguntó.
Samuel: Tengo una junta con los accionistas del banco, y bueno, si te apetece, podemos comer juntos después. – Dijo.
Andrea: Me parece muy bien, la cita médica de Irina es por la mañana. Entonces puedo acompañarte a la junta con los accionistas. – Dijo.