Capítulo 62

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 No sé por cuanto tiempo estuve inconsciente, abro mis ojos despacio y siento un dolor muy fuerte en mi cabeza, me dolió aún más cuando intenté respirar profundamente

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No sé por cuanto tiempo estuve inconsciente, abro mis ojos despacio y siento un dolor muy fuerte en mi cabeza, me dolió aún más cuando intenté respirar profundamente. Pongo mi mano en la cabeza y siento como la yema de mis dedos se humedecen, miro a mis dedos y veo la sangre.

Mi brazo izquierdo punzaba, tenía un corte, pero no sangraba tanto como el corte que tenía en mi cabeza, me dolía el tobillo izquierdo, la verdad es que, me duele todo el cuerpo, puse mis manos en mi vientre. Mi bebé... Dios mío, por favor, no deje que nada malo le pase a mi bebé. Dame fuerzas para que yo pueda protegerlo...

Con mucha dificultad logré alcanzar a mi celular pero no tenía señal. ¡Eso no puede ser! ¿Cómo me voy a salir de aquí? Faltaba muy poco para anochecer, no tenía otra opción, tendría que quedarme aquí y esperar hasta el amanecer, recogí un pañuelo y empecé a presionar la herida que tenía en la cabeza, tenía mucha sede y hambre, por suerte aún tenía agua y unos chocolates en el carro... Y sin darme cuenta me quede dormida.

En la mañana siguiente...

Rancho Del Junco

Cayetana estaba en la sala perdida en pensamientos, cuando Don Felipe la llamó.

Don Felipe: ¿Hija, no vas a desayunar? – Preguntó.

Cayetana: No tengo hambre, papá. Estoy muy preocupada, Andrea aún no se ha comunicado. - Dijo, angustiada.

Don Felipe: Esto sí es raro. - Dijo. – ¿Ya intentó llamarla? – Preguntó.

Cayetana: Sí, pero ella no contesta mis llamadas. - Dijo, mientras veía llegar al comedor, Sofía, Arturo, Samuel, Flavio, Irina y la pequeña Beatriz.

Sofía: Mamá... - Dijo abrazándola. Irina hizo lo mismo.

Irina: ¿Lograste hablar con Andrea? – Preguntó, después del abrazo. – Intenté hablar con ella, pero su celular está apagado. - Dijo.

Cayetana: Ella no contesta mis llamadas. - Dijo angustiada. Sentía una opresión el el pecho, algo le decía que Andrea no estaba bien.

Samuel: Tengo un malo presentimiento... No puedo quedarme sin hacer nada me voy para Dallas! - Dijo impaciente.

Arturo: Tranquilo, Samuel. Nervioso no vas a lograr nada. - Dijo.

Cayetana: Pero yo también tengo un malo presentimiento. Algo le pasó a mi hija, ¡Lo sé! – Dijo nerviosa.

Sofía: Mamá, tranquila, no te pongas así, Estoy segura que mi hermana está bien. – Dijo, no muy segura. También estaba preocupada, pero tenía que mantener la calma.

Irina: Sí mamá, estoy segura que Andrea se quedó dormida y se olvidó de llamarnos. - Dijo, intentando tranquilizarla. Lograron convencer a Cayetana a desayunar, estaban todos en el comedor cuando sonó el teléfono. - ¡Yo contesto! Debe ser mi hermana. - Dijo poniendose de pie. Todos se fueron a la sala. – ¡Bueno! – Dijo al contestar la llamada. Ella tenía una sonrisa en los labios, que se borró en cuestión de segundos. – Sí, es del Racho Del Junco, aquí habla Irina Del Junco, soy hermana de ella. ¿Cómo? No, esto es imposible! Mi hermana se fue para Dallas ayer. ¿Seguro que ella no se ha comunicado con usted? Entiendo... Bueno, gracias por avisarnos. ¡Sí, sí, entraremos en contacto! Buenos días. - Dijo, colgando el teléfono.

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