Capítulo 92

1.5K 86 13
                                    

Paris, Francia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Paris, Francia.

Departamento de las hermanas Del Junco

Después del baño, Samuel hizo algo de comer, ya era de noche y les apetecía cenar. Han hecho un largo viaje, además, estaban agotados después de haber hecho el amor en la bañera. Mientras Samuel estaba en la cocina, terminando la cena, Andrea terminaba de cambiarse en la habitación, puso ropa cómoda y fue al encuentro de su mugrosito para ayudarlo.

Cuando Andrea llegó a la cocina, Samuel la hizo quedarse sentada en la silla, mientras él se encargaba de finalizar la cena, ella no podía negar que se veía muy adorable la manera como Samuel la cuidaba y la trataba como una reina, Andrea lo miraba con un brillo en los ojos, cuando Samuel se percató de la mirada de su mujer, le sonrió divertido.

Samuel: ¿Puedo saber lo qué tanto miras? – Preguntó con una sonrisa, mientras se acercaba a ella.

Andrea: ¿Qué más iba a ser? Te estoy mirando, bobito. – Dijo, mientras pasaba sus manos por la cintura de su marido. – Lo guapo que eres, lo dulce y adorable. Te miro, y todavía no puedo creer que estás aquí... Conmigo. – Dijo mirándolo a los ojos.

Samuel: Ay, ¿Y dónde más iba a estar? – Preguntó divertido.

Andrea: No lo sé... - Dijo mirándolo divertida.

Samuel: Solo hay un lugar donde yo quiero estar... Brujita, tú eres mi lugar favorito. Quiero estar junto a ti, siempre! – Dijo, mirándola a los ojos.

Andrea: Samuel... - Dijo emocionada.

Samuel: Lo mejor que podríamos haber hecho fue venir en este viaje. - Dijo acariciando su mejilla.

Andrea: Sí, aunque extrañe mucho a mi familia, no puedo negar que estos meses lejos de Houston me ha hecho muy bien. - Dijo, mientras jugaba con los botones de la camisa de su marido.

Samuel: Yo también los extraño, mi amor. Pero, me siento más tranquilo sabiendo que mientras estamos aquí nadie te podrá hacer daño, ni a ti ni a nuestros hijos. Al fin tenemos un poco de paz. – Dijo acariciando la mejilla de Andrea con su mano derecha.

Andrea: Sí... Tienes toda la razón. ¿Ya está listo la cena? Es que tus hijos tienen hambre. - Preguntó haciendo pucheros.

Samuel: Mis hijos, no? Bueno, supongo que la mamá de ellos también. – Dijo divertido.

Andrea: Bueno, ella también, pero atiéndelos primero mi amor. Los niños tienen prioridad... ¿Qué hiciste? – Preguntó con una sonrisa.

Samuel: Ven... Acércate. - Dijo, con una sonrisa, mientras la veía acercarse.

Andrea: ¡Lasaña! – Dijo, con los ojos brillando. – ¡Ay, eres el hombre perfecto, te amo! – Dijo, atrapando el rostro de Samuel entre sus manos y besándolo con pasión.

Junto a tiWhere stories live. Discover now