Samuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...
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Días después
En el Hipódromo
Andrea: ¡Va a empezar! – Dijo.
Sofía: Sí, ¿Se fijaron que Horacio también va a competir? – Dijo.
Samuel: Ay, por favor! Este enano no es competencia para nadie mucho menos para Eric. –Dijo, mirándolo enfadado.
Flavio: ¡Uy, pero alguien aquí está celoso! – Dijo divertido.
Samuel: ¿Qué? ¿Acaso es mentira? – Preguntó.
Flavio: No hombre, pero no hay que ser tan evidente.- Dijo bromeando.
Samuel: No sé de qué hablas. – Dijo serio.
Irina: Ay, pero que celoso es mi cuñado! A ver, dime Samuel, ¿Vas a tener una crisis de celos cada vez que veas a los ex novios de mi hermana? – Preguntó.
Andrea: Aún estoy aquí si por acaso se olvidaron. – Dijo con ironía. – Más bien deberías de preguntar a Flavio si él se pondría celoso de tus ex novios... Que aún están en Houston. Yo solo he tenido tres novios, si es que puede contar con Philip, y ninguno de ellos viví aquí. – Dijo. Recibiendo una mirada asesina de Irina.
Flavio: ¿Cómo es eso? – Preguntó.
Irina: ¡Ay, muñeco! No le haga caso, solo fue uno que otro noviazgo cortito, nada en serio. – Dijo. – Pero, Horacio ha venido a Houston muy seguido, ¿No crees? Algo se está buscando. – Dijo con una sonrisa divertida.
Andrea: Bueno, esto lo preguntas a él. Pero, lo único que él va a conseguir, es salir de aquí con una derrota, en todos los sentidos. – Dijo, mirando a Samuel. – La carrera va a empezar. – Dijo. Mientras Samuel se reía. Todos prestaron atención para la pista, los caballos estaban perfilados, faltaba muy poco para el inicio. Cuándo Samuel le susurró:
Samuel: Me gustó mucho lo que dijiste. – Dijo. Andrea recostó su espalda en el pecho de Samuel y sonrío.
Andrea: Solo dije la verdad... Es lo único que él va a lograr, salir de aquí con una derrota. No hay que tener celos, amor, ya te dije, yo solo tengo ojos para ti... Bobito, tú eres mi amor. ¡Te amo! – Dijo, volteándose para mirarlo a los ojos, pasó sus manos por el cuello de Samuel y lo miró con ternura, mientras él ponía sus manos alrededor de la cintura de ella.
Samuel: Lo sé... - Dijo sonriendo. - Pero, es que de solo pensar que alguien más te mira como yo, siento que me hierve la sangre y me pongo loco. – Dijo, mirándola a los ojos, Andrea sonríe y con su mano derecha acaricia el rostro de Samuel.
Andrea: Nadie, escúchame bien, Samuel Gallardo! Nadie me va a mirar como tú. Yo te pertenezco a ti, mi amor. Y solo a ti. – Dijo.
Samuel: Te amo mi brujita... - Susurró, Samuel se acercó para besarla dulcemente en los labios, cuándo la carrera empezó ellos aún estaban disfrutando de su beso.