Capítulo 31

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Narrador

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Narrador

Samuel y Andrea se quedaron encerrados en el estacionamiento por casi dos horas. Tuvieron que cenar en el carro. Ninguno de los dos habló de su casi beso, la verdad es que, se veían muy nerviosos.  Samuel sintió como sus manos sudaban, tenerla tan cerca lo estaba volviendo loco. Cada día él se siente más atraído por Andrea. Es que, él simplemente no podía explicar esa necesidad que tenía de estar cerca de ella.

Cuando la vio inconsciente en sus brazos, sintió una opresión en el pecho, era algo que él nunca había sentido antes... Miedo. En ese instante, Samuel tuvo miedo a perderla.

En el día siguiente...

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Andrea estaba en el despacho de Samuel, estaban hablando de la nueva campaña de Flavio.

Samuel: ¿Se quedó muy bueno, no? – Dijo.

Andrea: Sí, Flavio tiene un gran talento para la publicidad. – Dijo.

Samuel: Pues, qué él no te escuche, eh! – Dijo divertido.

Andrea: Me olvidé decirte ayer, pero... - Dijo. Samuel la interrumpió.

Samuel: ¿Pasó algo? – Preguntó, mirándola a los ojos. – ¿Te sentiste mal? No, pero hoy mismo te llevo al médico! – Dijo serio.

Andrea: Y según tú, soy yo la que no escucha... No es nada de eso. Estoy bien, no tiene nada que ver conmigo. – Dijo sonriendo.

Samuel: Entonces... - Decía, cuando Andrea lo interrumpió.

Andrea: Es que mañana es el cumpleaños de mi mamá, bueno y... Va a haber una fiesta en el rancho Del Junco, obvio que estás invitado. Pero yo entiendo si no quieres ir, desde que saliste del hospital aún no has tenido ningún contacto con mi madre. Pero yo te lo aseguro que puedo ser una compañía muy agradable. – Dijo mirándolo a los ojos, tenía una sonrisa coqueta en los labios.

Samuel:  No lo dudo... - Dijo mirándola con una sonrisa, mientras cogía su mano derecha. - Entonces mañana voy a tener el primero contacto con la señora Cayetana... Bueno, la verdad, me gustaría acompañarte en muchas otras oportunidades... Como en una cena por ejemplo, para disculparme por lo estúpido que he sido contigo, ¿Qué me dices? ¿ Te gustaría salir a cenar conmigo esta noche? – Preguntó mirándola a los ojos con intensidad, mientras acariciaba el dorso de la mano derecha de Andrea con la yema de sus dedos. Samuel llevó la mano de Andrea hacia sus labios y le dio un beso tierno. Andrea sonrió y iba a contestarle cuando de pronto ella sintió que le quitaban la respiración. Escuchó la voz de esa mujer... No! Esto tiene que ser una muy mala broma. Pero, claro, ella ya debe saber lo que le pasó a Samuel...

Patricia: Samuel... Perdón, pero necesitaba verte. – Dijo, entrando en el despacho sin ser anunciada, tenía el mismo tono de voz sensual que utilizaba para seducir a los hombres, parecía una serpiente a punto de atacar. Samuel parecía impresionado por volver a verla.

Junto a tiWhere stories live. Discover now