Samuel y Andrea están en el mejor momento de sus vidas, son recién casados, felices y se aman intensamente. Tienen muchos planes para el futuro y ya piensan en formar su propia familia, pero por ahora, están empeñados en recuperar el Rancho Del Junc...
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Narrador
Después de la cena, Andrea se quedó un rato en su despacho revisando unos documentos del Rancho, cuando ella subió a su habitación, Samuel estaba recién salido del baño, tenía el pelo mojado y solo llevaba puesto el pantalón del pijama.
Andrea lo miró divertida y entró en el baño, se duchó y puso un camisón de seda. Cuando ella salió del baño, Samuel estaba sentando en la cama, Andrea se acercó, se sentó en la orilla de la cama y puso un poco de crema hidratante en las piernas. Samuel la miraba atentamente.
Andrea: ¿Pasó algo, mi amor? - Preguntó. - Estás muy callado. – Dijo, alzando la cabeza para mirarlo a los ojos.
Samuel: Sí... Pero, no quiero que te enojes. – Dijo, mirándola a los ojos.
Andrea: ¿Tendré motivos para enojarme? – Preguntó, analizándolo con la mirada.
Samuel: No... Pero yo sé que eso no te va a gustar, pero créeme, para mí también fue algo muy desagradable. – Dijo.
Andrea: Me estás asustando, Samuel. – Dijo, mirándolo.
Samuel: Te voy a decir justamente porque yo no quiero ocultar nada de ti. – Dijo, tomando las manos de Andrea.
Andrea: Bueno, entonces dime, ¿Qué fue lo que pasó? – Preguntó, mirándolo a los ojos.
Samuel: Hoy Patricia se presentó en el banco... - Dijo, la expresión de Andrea cambió, se veía muy seria.
Andrea: ¿Qué? – Dijo enojada, estaba celosa, sabía muy bien lo que esa cabaretera andaba buscando.
Samuel: Vino a pedirme ayuda. – Dijo.
Andrea: ¿Y tú la ayudaste? – Preguntó.
Samuel: No... Le dije que no podía hacer nada. – Dijo.
Andrea: Supongo que ella no quedó satisfecha... ¿Y qué más hizo ella? – Preguntó. - ¿Te besó? – Preguntó, mirándolo a los ojos.
Samuel: Intentó, pero yo no lo permití. – Dijo.
Andrea: ¿Qué más, Samuel? – Preguntó, sentía la sangre hirviendo.
Samuel: Ella se quitó la ropa. - Dijo.
Andrea: ¡Eso es el colmo! ¿O sea que esa mujer se quedó desnuda en tu despacho? – Preguntó enojada, apartó las manos de Samuel y se puso de pie. Empezó a andar de un lado a otro de la habitación, estaba muy molesta por el descaro de esa mujer.
Samuel: Mi amor... - Dijo, poniéndose de pie.
Andrea: Qué? ¿Ahora me vas a decir que te acostase con ella? – Gritó, muy enojada. Estaba de espaldas para él. Samuel se acercó hacia ella.