Capítulo 2

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Niall POV.

— ¡AHHHHH! ¡SÍ! —La rubia de la cual no recordaba su nombre se retorció debajo de mí como si fuese un jodido gusano.

Salí de ella y me recosté a su lado, estaba cansado, no había sido la gran cosa. Tomé mi celular y vi la notificación, SweetCandy.

—Deja eso, no lo necesitas — me intentó sacar el celular, pero la esquive.

—Vístete y lárgate, la diversión acabó. — ignoré por completo sus insultos y lo único que oí fue el portazo que pego al irse. Me acomodé en la cama y miré la foto.

 Me acomodé en la cama y miré la foto

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Mordí mi labio y le di like, la foto la había subido hace 3 horas, seguro ya era tarde, pero al diablo el horario. Fui a los mensajes directos y le envié uno.

"Cuando quieras puedo ser tu Daddy, traviesa ;) "

Comencé a ver sus fotos y una notificación me llegó, contestó mi mensaje.

"Cuando quieras Daddy, soy una niña muy traviesa 🙈"

"¿De dónde eres dulzura?"

Si era de Londres no estaría mal conocerla y traerla a mi cama, seguramente le encantaría.

"Secreto😘 no te desesperes, algún día tendremos oportunidad de conocernos"

"Joder preciosa, yo quiero conocerte ahora"

"Pronto prontito😘 Besitos húmedos Daddy"

Se desconectó y dejé el celular a un lado.

Jodida mierda.

Miré mi entrepierna y ya la tenía parada, aún más que con la jodida rubia que me había tirado. Maldije internamente, no me quedó otra opción más que usar mi mano.

A la mañana siguiente salía de mi departamento cuando me topé con la niña, estaba vestida con su uniforme de colegio.

—Ja ja, yo no debo ir a la escuela. — me burle en su cara.

— ¿Qué me importa idiota? — tenía mal carácter, pero su sonrisa burlona no se iba en ningún momento.

—Anda, que este idiota te atrae. —me puse mis lentes y ella rio.

—En tus sueños.

—Tú no estás en ellos. — encendí un cigarro y lancé el humo.

— ¡JADE! ¡VAMOS! — Oí la voz y me di vuelta, levanté los lentes y vi a una joven vestida igual que ella. Era castaña, delgada y con una mirada muy dulce. Pude notar también que, a diferencia de la otra niña, en su brazo llevaba una pulsera rosada que decía "Daddy".

—Lo siento Lu. — La tomó de la mano y ambas se fueron —un idiota me atrasó...

Seguí mi camino y me fui del departamento al estudio fotográfico, era fotógrafo y de vez en cuando hacía sesiones de mucho dinero.

Mi vida era un lujo, tenía lo que quería, a las mujeres que quería, un empleo fácil y el dinero que necesitaba.

Luego del trabajo fui con Sander y mis amigos a jugar un partido de fútbol.

—Adivina, Candy me contesto un mensaje. — me miro con una sonrisa.

—Es normal, algunas veces les contesta a sus seguidores. ¿Qué te dijo?

—Se hizo la misteriosa, quise saber de donde es, pero solo cambio de tema.

—Tiene un apartado de correos, es de Londres, tal vez si le envías algo te preste más atención.

—Tal vez lo haga. —no era una mala idea, tal vez así lograría convencerla para tenerla en mi cama.

Fuimos hasta mi departamento y oímos gritos mientras tomábamos unas cervezas.

— ¿Qué son esos gritos? ¿Acaso se mudó un circo?

—Las nuevas vecinas, es una mujer y sus dos hijas, creo. Niñas llenas de hormonas, le aclaré a una que no me va ese tipo de historias, creo se llama Jade

— ¿Y la otra?

—No hablé con ella, no la había visto hasta hoy a la mañana. — otro grito se escuchó seguido de risas y bufé enojado. — ¡JODER! ¡QUIERO ESCUCHAR EL PARTIDO! — me levanté enojado y fui hacia la puerta. — ¿QUÉ DEMONIOS SUCEDE? — ambas estaban recogiendo unas cajas y entrándolas al departamento. Voltearon al verme.

—Oh, hola molesto, lamentamos los gritos, solo estamos recogiendo los paquetes. —Jade rio, Sander se asomó y las miró.

—Pues dejen de gritar, molestias. —La miré mal a Jade.

—No te conviene decirnos así. Te arrepentirás. —amenazó con su sonrisa burlona, Sander las miraba con intriga. Ambas entraron cargando unos paquetes y yo empujé a Sander para que entrara.

— ¿Qué te sucede? ¿Te gustan las mocosas ahora? —me burlé al notar como las miraba.

—Tu vecina. Es Candy.

— ¿Jade? No jodas, como esa niña va a ser Candy.

—Mira esta foto. — sacó su celular y me mostró la última foto que SweetCandy subió. —Mira sus uñas, la callada, ella las tiene igual.

—Muchas niñas se pintan las uñas con esos colores Sander. —rodé los ojos.

— ¿Cómo explicas que esa niña tenga unas hermosas piernas?

— ¿Pubertad? ¿Genética? —me encogí de hombros. Sus argumentos eran estúpidos.

— ¿Y la pulsera de Daddy?

—Ok, ya deja de alucinar, tantas fotos de Candy afectan tu cerebro. — le saqué el celular y me recosté. —esa niña no puede ser Candy ¿Por qué una niña subiría fotos provocativas de esa manera?

—No son niñas Niall, son adolescentes, son capaces de hacer muchas cosas.

—Su madre parece monja, es imposible que las deje hacer eso. — tomé un trago y el suspiró.

—Como sea, hazte a un lado —me empujó y se tiró al sillón junto a mí a ver el partido.

¿Qué se fumó este idiota para decir esas locuras?

Sweet Candy © |njh|Where stories live. Discover now