-Gracias por enviarme los dulces Niall, ¿O debería decir Daddy?
-Yo no envié los dul... Espera ¿Qué?
*Historia terminada y pendiente a corrección de errores*
Obra completamente mía, no se permiten copias, tampoco adaptaciones sin autorización previ...
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—Buen chico— acaricié a Toby y él se fue. Lo había conseguido luego de que James intentará jugar con un perro que vio en la cancha mientras entrenaba. — dios, que día. —me tiré sobre el sofá y cerré mis ojos. Jade y Candy se habían ido a una sesión de fotos y yo debía hacerme cargo de James mientras Sander acompañaba a las mujeres.
James estaba dormido en el cuarto y yo solo en la sala, mi pequeño campeón había dado sus primeros pasos junto a mí, era tan hermoso, me sentía tan feliz y orgulloso.
Jamás había creído que podía madurar tan rápido pero estar con Candy y James me había cambiado de pies a cabeza, ayudaba en la casa, iba a las prácticas y disfrutaba de mi hijo y mi hermosa novia.
Pero tampoco podía negar que extrañaba mi vida de soltero, salir todo los días, disfrutar con mis amigos, conocer mujeres y pasar buenos ratos. Pero debía aceptar que ya no era un adolescente, estaba por cumplir 30 años, ya era padre y próximamente debía dar el siguiente paso.
Me quedé dormido viendo una película de zombis comiendo palomitas las cuales no terminaron en el suelo porque me las había comido todas.
Abrí los ojos y vi el hermoso rostro de Candy con una sonrisa.
—Buenas tardes dormilón. —Rió
—Mmm... ¿Qué paso?—me senté confundido, ella estaba sobre mí, abrazó mi cuello y sonrió.
—te quedaste dormido hermoso, por suerte James no lloró, cuando llegue se despertó. —le sonreí.
— ¿Cómo te fue en la sesión?—la recosté sobre mí y ella se escondió en mi cuello.
—Súper bien, ¿adivina quién saldrá en la portada desnuda?
—Oh por dios, ya quiero esa revista. —ella rió y yo la besé. — estoy muy feliz por ti.
—Gracias a ti —besó mi nariz y rió. — sabes, estuve hablando con Jade sobre qué hacer. —la miré. — tal vez tengas razón, tal vez sea bueno vivir aquí.
—No quiero que se alejen de mí, tú y James significan todo para mí. —Entrelazamos nuestras manos — no puedo perderlos, ustedes están cambiando mi vida.
—Haz cambiado mucho desde que conociste a James. —Acarició mi cabello — de verdad me sorprendes, ya no eres aquel hombre que conocí.
—Nada, quiero decir que eres mucho mejor. —respiré tranquilo y le sonreí. — estoy tan feliz de poder confiar en ti, eres el novio que toda chica desea: atento, atractivo, buen padre... —Acaricié su cabello y ella me miró. — serias un gran marido.
—Tú serias una gran esposa. —La miré con una sonrisa — en verdad estoy esperando con ansias que aceptes vivir conmigo aquí. Quiero despertar por las mañanas y verte a mi lado, quiero verte en las prácticas junto a James, quiero ayudarte con su primer cumpleaños, quiero ser el hombre de tu vida Candy. —la miré a los ojos — porque tú ya eres la mujer de mi vida.
— ¿Cuándo te has vuelto tan cursi? —se acercó a mis labios y me besó.
Le correspondí con gusto aquel beso, la abracé con cuidado, me sentía un bruto teniendo a la mujer más hermosa que había conocido en mi vida entre mis brazos.
Candy lo era todo para mí, era más de lo que merecía, aún no podía creer que aquella mujer que tenía frente a mi era aquella hermosa niña que subía fotos provocativas, la niña que me volvió adicto a su piel y que sin saberlo me había enamorado como ninguna otra lo había hecho.
Candy era la primera mujer con la que tenía algo en serio, era la madre de mi hijo y era a quien en verdad quería a mi lado, no podía mentir, la quería junto a mi todas las mañanas, todas las noches, todo el tiempo.
La vida me había dado más de lo que merecía, no podía pedir nada a cambios pues ya tenía todo lo que necesitaba y más.
La tenía a ella y lo tenía a él, tenía mi familia, mis amigos, mis sueños y sobre todo tenía algo que jamás había logrado conseguir: tenía amor, puro y sincero.
—Sabes, Jade mañana tiene que ir al médico, se ha estado sintiendo mal y en la agencia le recomendaron que valla así que la acompañaré. ¿Te molesta si llevas a James al entrenamiento?
—Para nada, al entrenador le encanta James así que no creo que tenga problemas.
—Genial. —me besó con una sonrisa.
— ¿Qué tiene?
—Nada, seguramente un simple resfriado. —oímos un grito y miramos a Jade discutir con Sander.
—¡TU NO ENTIENDES! ¡YO QUERÍA CHOCOLATE! —Gritó entre lágrimas — ¿Por qué te empeñas en dañarme? —se fue en llanto a la habitación.
—Dios... —Suspiró Sander — Candy por dios, tú la conoces, ha estado tan rara últimamente, ¿tienes idea de que le sucede?
—Se siente mal... Seguro le vino.
—No le vino, hoy me obligó a hacerlo en el camerino.
—oh, por eso es que estuve esperando 20 minutos en el auto sola. —el suspiró — no lo sé, se ha estado sintiendo mal, seguro es un resfriado. Tranquilo, hablaré con ella. —me dio un corto beso y se levantó para seguir los pasos de Jade.
Sander se desplomó a mi lado agotado.
—Tranquilo hermano, Candy sabrá que sucede. —palmeé su espalda.
—Tengo miedo Niall, Jade jamás a estado tan rara, incluso está más sensible, es como si me estuviese ocultando algo.
—Piensas que ella...
—La he oído hablar con Candy a solas hoy, la oí decir claramente: "Si vas a ocultárselo a Sander debes hacerlo bien", incluso ha escondido papeles del médico de mí, el otro día encontré un análisis de enfermedades de transmisión sexual, no logré ver que decía.
—Crees... ¿Qué Jade pueda tener alguna enfermedad?
—No lo sé, tengo miedo hermano.
—Tranquilo, todo estará bien, intentaré hablar con Candy esta noche.
—No soportaría el hecho de saber que podría perderla y no pueda hacer nada para evitarlo.
Sander hablaba con sinceridad, él estaba enamorado de Jade de una manera tan sincera, tan duradera. Su relación había soportado tantos tormentosos pero jamás se abandonaron, ellos eran el claro ejemplo de un amor de verdad.
Aquella noche hablaría con Candy, quería ayudar a Sander, quería saberla verdad y confiaba en que Candy me la diría.
