«77»

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Candy POV


Abrí los ojos y vi la claridad entrar por la ventana, miré a mi lado y Niall aun dormía, tenía su torso al descubierto y las sábanas solo lo cubrían hasta la cintura.

Sonreí al recordar la increíble noche que habíamos tenido, aunque me hubiese gustado tener más acción, pero la llegada de Trey lo había impedido.

Me levanté con cuidado y caminé hacia la ventana corriendo las cortinas para que la luz no entrará.

-Dios, hasta en la oscuridad tu culo me encandila. -Escuché su voz ronca y mordí mi labio, esa voz que tenía apenas despertaba era tan sensual.

-Claro Niall, mi trasero irradia luz. -hable sarcástico.

Me di vuelta y lo miré, estaba completamente desnuda y no me importaba, era mi novio, conocía mi cuerpo mejor que yo misma.

Me acerqué y me acomodé sobre él, se sentó y sus manos fueron directo a mis caderas, comencé a besar su cuello.

-Sabes que Trey me agrada pero anoche en verdad deseaba que no hubiese aparecido. -di un pequeño mordisco y el apretó mi trasero con fuerza.

-Mi hermano es un experto en arruinar momentos perfectos. -beso mi hombro y lo miré. - ¿Pero sabes que es lo bueno? Tiene el sueño muy pesado. -mordí mi labio y sonreí.

- ¿Crees que tenga el sueño tan pesado como para soportar mis gemidos y no despertar? -el asintió-Entonces... ¿Qué esperas para follarme?

Mordió su labio y me recostó en la cama para poder acomodarse sobre mí.

-Eres una niña muy traviesa Candy-sonreí - A Daddy le encanta que seas así -atacó mi cuello con fuerza y desespero, parecía querer desgarrar mi piel con sus labios.

-Mmm... Daddy... -envolví su cintura con mis piernas y comencé a crear fricción contra su miembro.

Entre ambos estaban las molestas sábanas que impedían que nuestras pieles hicieran contacto, pero en parte me gustaba porque podía sentir como su miembro se agrandaba cada vez más y se desesperaba por poder tocar mi piel.

-malditas sábanas... -gruñó intentando sacarlas pero se lo impedí generando más fricción. -Oh dios....nena...-mordí mi labio al sentir cómo se movía aún más siguiendo mi ritmo, adoraba la desesperación que le causaba el estar excitado.

-Daddy... -busqué sus labios y le di un pequeño beso, mis caderas se movían de arriba hacia abajo sin despegarse de las suyas causando placer para ambos. -Dios... Daddy... -Nos di vuelta quedando sobre él y mordí mi labio.

Arranque las sábanas y él se acomodó para quedar en mi entrada, no lo dudo y entro sin rodeos y con fuerza en mí. Apreté mis labios para retener el grito de placer.

Comencé a moverme en círculos y me agarre de las sábanas que estaban a nuestro lado, sus manos me apretaban la cadera guiando mis movimientos con fuerza, el placer era tan puro y el oír sus gemidos solo aumentaban aún más mi excitación.

Me recosté sobre su pecho y ataque su cuello con desespero, tocaba cada parte de su cuerpo sin control, estaba sumergida en el placer.

-Mierda Candy! -apretó mi cadera con mayor fuerza y empujó las suyas enterrándose más en mí.

-Daddy!!!-Arañe sus brazos y encorve mi espalda.

Lo saque de imprevisto y me acomodé boca arriba sobre él, tomé su miembro y lo volví a acomodar para que pudiese tener acceso. Volvió a penetrarme con fuerza y un grito de placer salió de mis labios.

Una de sus manos bajo hasta mi centro y la otra a uno de mis senos, con la estimulación de sus manos y sus continuos movimientos, estaba demasiado cerca del orgasmo.

-Daddy... Dios... Daddy!! -Apretaba mi interior para intentar retenerlo unos segundos más, cada vez sentía mi cuerpo más tenso.

-Vamos Nena.... Córrete para Daddy... -mordió mi oído y otro gemido salió de mis labios. -Joder Candy.... -Comencé a moverme con fuerza para poder estimularlo a él, no quería llegar sola. -Oh bebe si... No pares... -apretaba sus manos para intentar resistir pero ya no aguantaba, necesitaba correrme.

-DADDY!!! -Un movimiento más fue lo que necesite para que una ola de placer se apoderada de todo mi ser.

- ¡MIERDA CANDY! -Mordí mi labio al sentir cómo las venas de sus manos y sus músculos se marcaban, había llegado al preciado orgasmo al igual que yo.

En mi espalda podía sentir como su pecho subía y bajaba con fuerza, había sido increíble. Sentí un líquido entre mis piernas y con pesadez miré.

-Niall... Tu... Te corriste...

-Si... ¿Por qué? -mordí mi labio al ver que no había un maldito preservativo y lo que escurría entre mis piernas era su semen.

-Niall... No hay condón... -lo miré tensa, el trago saliva nervioso y suspiró.

-Mierda...














🌝🌚🌝🌚

Llegué de la iglesia, les traje agua bendita para tod@s

💦💦💦💦

Ahno

Nos vemos en el infierno chiks 💕

Lleven comida 😉

Sweet Candy © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora