Sweet Candy © |njh|

«74»

Niall POV

—Entonces... ¿A Jade le gusta Trey? —pregunte por 5 vez, Candy me suspiro apoyada sobre su codo y suspiro.

—Si, por quinta vez, te dije que Si!

—No te creo. —ella me miro muy enojada, reí y tomé su mano. —no me fulmines con la mirada amor, no puedes lanzar rayos láser. — La acaricié — es que... Me cuesta pensar que pasara, es decir... Sander...

—Por eso te estoy contando —me miro a los ojos — Quiero que me ayudes a planear algo para ellos, Jade ama a Sander pero esta confundida y creo que si Sander y ella pasaban tiempo juntos tal vez pueda sacar de su cabeza a Trey.

—... —Suspiré

— ¿Qué sucede?—pregunto más alterada

—hablé con Trey y él me ha dicho que le atrae Jade pero sabe que es novia de Sander y no quiere causar problemas por eso volverá a Londres. Candy... Sé que mi hermano es molesto pero... No lo he visto en años y... De verdad no quiero que se valla.

—Dios, esto es un desastre. —Mordió su labio — ¿Qué haremos? Quiero ayudar a mi prima y no quiero que tu hermano se valla por este gran problema, no es justo.

—Lo primero es lograr que Jade y Sander reviven su pasión. Luego debemos lograr que mi hermano encuentre diversión en su vida.

— ¿Y qué tienes pensado?

—Llevarlo a un cabaret o que le presentes a alguna amiga.

—No pienso dejar que vayas a un cabaret con tu hermano. —me miró mal.

—Entonces presentarle alguna mujer.

—Como sea —suspiró.

—Sabes... —acerque mi mano a sus piernas y comencé a acariciarla, ella estaba recostada boca arriba frustrada en la cama y yo sentado a su lado mirándola. — anoche hablaste dormida. —ella me miró asustada. — ¿Quieres contarme tu sueño?

—Te vas a enojar. —Negué — soñé... Un... Trío. —tapo su rostro y reí, ella me miró aún escondida y saqué sus manos para que me viera. — ¿por qué no te enfadas?

—Porque yo también he tenido sueños así cielo, cuando las conocí y supe que manejaban la cuenta no negare que soñé tenerte a ti y a Jade a ambas en mi cama al mismo tiempo.

—No era novedad. —Suspiró — lo siento yo...

—Tranquila amor. —la besé — no importa.

—Te amo. —Sonreí y volví a besarla — ¿no me amas? —me hizo un puchero con sus labios.

—Claro que te amo hermosa. —la tire sobre mí y ella rio. —te amo demasiado que el simple hecho de decir "te amo" no basta para cubrir todo lo que siento por ti. Ni aunque lo diga durante toda mi vida cubrirá todo el amor que te tengo.

—Dios. ¿Cuándo te volviste tan cursi?

—Cuando leí el diario de mi hermano. —ella rió. — en verdad, tiene una mente muy cursi.

—Tú eres el gemelo malvado. —Acaricio mi cabello — y me encanta. —mordió mi labios y le sonreí pícaro. — que podemos hacer para ayudar a ¿Sander y Jade?

—Yo diría que... —lo pensé durante varios minutos. —No sé, no se me ocurre nada. Tal vez debamos recurrir a los muchachos, ellos suelen tener muchas ideas.

—Hoy tienes práctica así que les preguntaras. —asentí y la miré. — de verdad quiero ver a Jade bien.

—Sabes... Es lindo que tú y yo no tengamos esos problemas.

—Nuestro único problema ocurre cuando yo quiero alimentar a mi hijo sin tener tu vista pervertida clavada en mí. —reí y le di un corto beso.

—Sabes que lo hago para molestarte.

—Y valla que lo logras. —suspiró.

—Te noto algo... Triste.

—Es que... —mordió su labio — Niall... Han pasado 4 años y todo es tan distinto y es muy lindo pero... En verdad extraño pasar tiempo a solas contigo, divertirme sin necesidad de tener que cambiar pañales o ayudar a los demás a arreglar sus relaciones.

—Tienes razón y lo entiendo. —Entrelace nuestras manos — luego de ayudar a Jade y Sander prometo que tendremos nuestro tiempo a solas. —ella asintió no muy convencida.

Éramos adultos, teníamos muchas responsabilidades, pero también éramos una pareja y no iría mal una semana de diversión como pareja, por lo tanto planetaria unas vacaciones solo para nosotros.

Ella acomodó su cabeza en mi pecho y cerró sus ojos, era tan linda, tan delicada, siempre seria mi niña, aquella pequeña traviesa, aquella niña que me volvía loco con sus juegos. No importaba el tiempo que pasara jamás dejaría de amarla.