«29»

6.6K 335 6
                                    

Candy POV

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

—Bueno niñas ya me voy, por favor no salgan a ningún lado hasta que regrese, prometo que iremos a pasear. —besó nuestras cabezas y salió de la habitación del hotel.

—Ya deja de mandarte mensajes con el pajero —se quejó Jade viendo como me enviaba mensajes con Niall.

— ¿Qué te molesta?

—Ya no me prestas atención —se cruzó de brazos y reí, dejé el celular de lado y la abracé.

— ¿Estas triste por lo que pasó con Shawn?— ella asintió. Shawn la había besado y Sander los había visto, ella estaba muy confundida porque no sabía a quién elegir.

—No quiero pensar en ello. —Sacó su celular y puso una canción — bailemos. —sonreí y ambas empezamos a bailar.

Con mi celular comenzamos a grabarnos bailando súper sensual la canción de wiggle. La puerta sonó y nos miramos extrañadas, paramos la música y nos acercamos.

— ¿Quién es? —preguntó Jade asustada.

—Servicio a la habitación, su madre les encargo el desayuno. —ella abrió y ambas nos quedamos heladas.

— ¡DADDY! —me tiré a sus brazos y el me alzó, no podía creer que estaba allí conmigo.

—Mi nena hermosa —me llenó de besos en las mejillas hasta atrapar mis labios.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté emocionada aun.

—No aguantaría dos semanas sin tenerte cerca y te dije que te daría todo lo que desees. —me bajó de sus brazos y me mostró 4 entradas para Coachella.

— ¡NO PUEDE SER! —Me tapé la boca de la emoción.

—Tú, Jade, Sander y yo iremos. —mordí mi labio y me volví a tirar a sus brazos.

— ¡DIOS TE AMO! —lo besé con fuerza y él se aferró a mi cuerpo. Estaba tan feliz, lo acorralé contra la pared y comencé a tocarlo por doquier sin importar el hecho de que Sander y Jade estaban frente a nosotros mirándonos.

—Dios... Nena... Tranquila. —me detuvo y mordió su labio.

—No puedo creer que seas capaz de hacer esto por quererme en tu cama. —lo miré sorprendida.

—Haría esto y más por tenerte Candy, me vuelves loco y soy un jodido adicto a ti. —acarició mi mejilla y me acercó a sus labios.

—Me saqué la lotería contigo Daddy. —le di un beso lento y lleno de deseo, el me siguió el juego y me alzó.

No nos dimos cuenta en que momento fue que Jade y Sander ya no estaban pero no nos importó.

Nos tiramos a la cama y me acomodé sobre él, lo deseaba tanto, mordí mi labio y desabotoné su camisa para dejar su pecho expuesto.

—Dios... No juegues con Daddy nena...—comenzó a acariciar mis piernas mientras yo dejaba pequeños besos en su pecho.

—No juego contigo Daddy... —subí hasta su cuello y lo mordí. — quiero un castigo por ser una niña muy mala. —el gimió al sentir mi mano entrar en sus pantalones y acariciarlo sobre sus boxers.

—Joder... Candy.... —me dejó sobre la cama y se colocó entre mis piernas, sus brazos estaban tensos y su mirada llena de deseos. — tendré que castigarte muy duro por hacer sufrir a Daddy por tanto tiempo. —mordí mi labio y sonreí.

—Si Daddy... Castígame... —gemí al sentir como me arrancaba el short y mordía mi cuello.

Se sentó a mi lado y me recostó boca abajo sobre sus piernas, pasó su mano por mi trasero provocando que me excitara aún más.

—Mereces unas cuantas nalgadas bebe. —mordí mi labio y asentí. — prometo que serán pocas.

Tome aire y la primera nalgada impacto contra mi piel, dolió pero no mucho. La segunda fue más fuerte pero aun así seguía siendo excitante porque a pesar de ser una nalgada no era con intención de causar dolor.
La tercer y última impacto causando que un gemido fuerte saliera de mis labios.

—¡¡DADDY!! —solloce en forma de súplica.

El me acomodó entre sus piernas y me saco mi remera seguido de mi sostén. Dejó pequeños besos en mi espalda y me pegó a su cuerpo.

—Te deseo tanto hermosa, necesito oír tus gemidos otra vez, necesito tu piel, te necesito bebe. —mordí mi labio y jadeé en respuesta.

Su voz ronca me encendía como el mismo infierno, me sacó mis bragas y me pegó contra el ventanal de la habitación. Para nuestra suerte estábamos en un edificio muy alto, nadie podía vernos a menos que estén en un helicóptero.

—Daddy... Por favor... —supliqué al sentir sus besos en mi cuello.

—Dime lo que quieres hermosa, Daddy te lo dará.

—Follame Daddy... Por favor... Quiero que me folles...

El río y mordió el lóbulo de mi oreja para luego dejar un pequeño beso en mi hombro.

— ¿Quieres el dulce de Daddy?

—Si... ¡Por favor! ¡Quiero tu dulce Daddy!

—Será un placer nena... Daddy te dará su dulce.

Sweet Candy © |njh|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz