«58»

4.2K 268 6
                                    

Candy POV

El timbre sonó y abrí los ojos, eran las 7:30 Am. Oí los pasos de Jade y la puerta abrirse, la luz del pasillo exterior me permitía ver la sombra que estaba frente a la puerta.

— ¿Qué quieres? — se quejó Jade. — ¿Acaso sabes qué horas son estas para venir?

— Vine a ver a Candy. — su voz aceleró mi corazón.

— Ella no quiere verte, será mejor que te largues. ¿Estás borracho?

— Horan lárgate de aquí. -habló Sander, al parecer había seguido a Jade.

— Por favor, solo quiero hablar con ella. — me levanté de la cama con cuidado y me puse la bata, me acerqué con cuidado y todos me vieron. — Candy...

— Niall... — Lo miré dolida.

— Necesito hablar contigo por favor... — suspiré y miré a Jade y Sander.

— ¿Podrían dejarnos solos? — los miré en suplica.

— ¿Segura? — asentí, ambos tomaron dos camperas y salieron de la habitación. — Llega a llorar y te mato — lo amenazó Jade y luego se fueron.

El entró y cerró la puerta.

— ¿Qué quieres?

— Lamento lo de anoche... — comenzó a llorar, mi corazón se achicó a niveles que nunca en mi vida había sentido. — de verdad... Lo lamento... Yo... No quiero perderte... No quiero perderlos... — me miró a los ojos llorando — quiero hacerme cargo, quiero conocerlo, quiero que sepa que siempre estaré con ustedes. — me tomó de la cintura y sollozó en mi hombro. — De verdad lamento no haber sido el padre que el merece... — Acaricié su cabello y lo hice mirarme a los ojos.

-— Yo... No quiero arruinar tu vida...

— Nunca podrías hacerlo. — se veía sincero pero podía notar que el alcohol también estaba en sus palabras.

— ¿Quieres...? ¿Quieres verlo? — tenía miedo, no me parecía buena idea pero tampoco estaba tan borracho ya que podía hablar y sostenerse de pie.

— Por favor... — suplicó, asentí y lo tomé de la mano.

Encendí la luz y me acerqué para tomar a James, el pequeño comenzó a llorar pero lo mecí en mi hombro para calmarlo.

— Aquí esta mami, no llores mi cielo. — besé su frente y el poco a poco se calmó.

Sus ojos se dirigieron al desconocido que nos miraba, me acerque lentamente y Niall lo miraba aun llorando.

— James... Él es Niall... — el pequeño se escondía en mi cuello y lo miraba asustado. — El... Es papa... — Ambos parecían estar conectados, sus miradas no se desviaban del uno al otro.

— Es... Es hermoso... — Habló por fin. — ¿Pu...? ¿Puedo cargarlo? — asentí y acomode a James, se lo di y James lo miraba hipnotizado. — hola... Hola bebe... — La voz de Niall se oía mejor, incluso se oía emocionado— soy... Soy tu papa... — tragué saliva al oír esas palabras. — eres hermoso campeón. Eres... Eres muy parecido a mí pero... Sacaste la belleza de tu madre. — el rió, James sonrió, al parecer le había agradado. — serás todo un galán. — Me miró y James igual. — Es perfecto... — él bebe comenzó a cerrar sus ojos y comenzó a llorar. — oh no... Que...

— Tiene sueño. — lo tomé y lo acomodé en mi cuello. — Shh tranquilo, ¿Podrías...? ¿Apagar la luz?

Niall asintió y la apagó, me acomodé en la cama y recosté a James, le di su chupón y luego de unos minutos se quedó dormido. Me levanté con cuidado y me senté junto a Niall en la cama donde habían dormido Jade y Sander.

— No puedo creerlo aún... — habló por lo bajo. — tuviste... Que afrontar... Un embarazo sola con tal de que... Pueda seguir con mi vida. — su mirada no se despegaba de James, el pequeño dormía tan tranquilo.

— Lo lamento... — me disculpe.

— No. No, no, no. — me tomó las manos y me miró a los ojos. — yo lo lamento... Fui un idiota. Debí haberte contactado, debí haberte seguido. Yo... Debí haber estado allí contigo en vez de ir detrás de un estúpido sueño.

— Niall...

— Tú y James son todo lo que quiero en este momento. — Acarició mi mejilla — quiero hacerme cargo de él, quiero estar contigo, quiero que formemos una familia.

— Pero...

— Pero nada. Quiero estar cinco ustedes, quiero hacerlos feliz. — Tragué saliva y lo miré a los ojos - no me separes por favor... — me acercó a sus labios.

— Niall... — rozó nuestros labios con tanta delicadeza.

No podía contenerme, lo necesitaba, necesitaba sentir sus labios. Entreabrí los labios y los uní con los suyos, por fin, luego de tanto tiempo, podía volver a sentir aquel calor, aquel amor.

El beso dejaba de ser cálido y comenzaba a ser pasional, sus manos envolvieron mi cintura y no podía negarme, estaba en sus brazos, aquello que tanto extrañaba.

Me recostó sobre la cama y siguió besándome, se acomodó entre mis piernas y bajó sus besos a mi cuello.
Aquella ola de calor se estaba apoderando de mí, estaba perdiendo la noción.

Mordí mi labio, y lleve mis manos a su chaqueta, la baje y se la saque con su ayuda. El llevó sus manos al nudo de mi bata y la abrió, sus manos acariciaban mi pierna con tanta suavidad. Aquella sensación me estaba llevando al límite.

El llanto de James nos separó de golpe, ambos estábamos agitados y sonrojados.

— Dios... Debo... — él se levantó y se acercó a James.

Me acomode la bata y lo miré, alzó a James y lo llevó a mi lado, se acomodó detrás mío y me abrazó por la cintura mientras intentaba hacerlo dormir.

— Tiene tu nariz. — sonrió.

— Es muy parecido a ti, incluso cuando duerme es igual de inquieto que tú. — el rió, el pequeño nos miraba intentando mantenerse despierto.

— Estaré con ustedes... Siempre. — Me miró a los ojos— tú has hecho tanto por mí, este es mi momento, siempre me he comportado como un adolescente. Debo crecer y quiero hacerlo a tu lado, quiero estar con ustedes. — sonreí y el me besó.

Ambos nos acomodamos y los tres nos quedamos dormidos en aquella cama, tenía un presentimiento, una sensación de que algo pasaría, pero preferí ignorarla. Niall estaba a mi lado junto a James, lo había reconocido como su hijo y quería estar a nuestro lado ¿Qué más podía pedir?

Sweet Candy © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora