Sweet Candy © |njh|

«18»

Niall Pov

—Hola nena ¿qué haces aquí? —mordí mi labio al verla más de cerca. Llevaba puesto unos jeans y un top blanco de mangas largas que dejaba sus hombros al descubierto. Se sacó sus lentes de sol y me sonrió.

—Solo vine a verte practicar, no sabía que te gustaba el fútbol Daddy.

—Pues sí, Daddy juega fútbol ¿te gusta?

—Me encanta. —mordió su labio mirándome de pies a cabeza.

—¡¡HEY!! ¡¡NEIL!! —Louis se acercó corriendo hacia mí. —oh por dios...

—Candy, él es Louis, mi amigo. Tommo, ella es Candy.

—Te he visto en la fiesta junto a otro chico que estaba disfrazado de Miley Cyrus. —Ella rió y Louis sonrió.

—Oh sí, es mi novio, Harry. Yo te conozco, Harry te sigue en Instagram. Le gustan tus conjuntos y siempre busca similares para, ya sabes, nuestros juegos. —le guiñó el ojo y ella sonrió.

—Es genial, podría prestarle alguno, mi prima, Jade, no tendría problema. Con ella manejamos la cuenta y siempre recibimos trajes de todo tipo, incluso juguetes.

—Seguramente ustedes y Harry se lleven bien. Bien Neil— palmeó mi espalda —te dejare con tu niña, recuerda que solo tienen 10 minutos. —me guiñó el ojo y se fue riendo.

—¿10 minutos? —se levantó y bajó por las escaleras hasta llegar a mí.

—Si nena, estamos en receso. Ven conmigo, te enseñaré los vestuarios. —la abracé por la cintura y la guíe a los vestuarios.

Cuando llegamos ella miro el lugar expectante, la tomé de la cintura y la di vuelta, la alcé y ella enredó sus piernas en mi cintura comenzando a frotarse contra mi abdomen.

—Que niña tan traviesa eres bebe. —Mordí mi labio y comencé a besar su cuello — ¿Quieres a Daddy en ti?

—Mmm... Si... Daddy, por favor...—mordí su cuello y ataqué sus labios, la sujeté bien del trasero y comencé a apretárselo con fuerza sobre los molestos Jeans.

Oímos unas voces acercarse y ella se sobre salto.

—Alguien viene. —susurró.

—Tranquila, vamos a las duchas, no nos verán, nunca se duchan en el receso. —la llevé hasta las duchas y la apoyé contra la pared.

—Daddy... —mordió su labio y se frotó aún más contra mí. —por favor...

—Mmm... Daddy tiene ganas de probar tu hermoso trasero bebe. —mordí su labio y ella soltó un jadeo.

—Si Daddy... —se bajó de encima de mí y se apoyó contra la pared, mordí mi labio y bajé sus jeans.

Llevaba puesto un tanga muy finito de color rosa que resaltaba en su pálida piel.

Dejé pequeños besos en este y metí mi mano en mi pantalón para sacar mi miembro.

Ella me miraba llena de deseo e incluso empujaba su trasero más hacia mi. Estaba demasiado necesitada y eso me encendía aún más.

Corrí la tela y pasé mi dedo para separar sus nalgas.

—Daddy... Despacio por favor... —mordió su labio. Me acomodé y apreté sus manos contra la pared.

—Tranquila princesa, haré que el dolor se valla, solo debes aguantar. —besé su cuello y ella asintió.

Comencé a entrar lento pero sin parar, ella rasguñaba la pared y mordía su labio para contener el grito. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—Daddy... —sollozo.

—Aguanta, solo falta un poco más hermosa. —terminé de entrar y me quedé quieto.

Su trasero era un infierno, el mejor. Me quedé quiero unos segundos para que su cuerpo se acostumbrase.

— ¿Estas bien hermosa? —la miré y ella asintió aún con sus ojos cerrados y apretados.

Tenía sus mejillas rosadas y empapadas por sus lágrimas. Movió su cuerpo y abrió los ojos.

—Muévete por favor Daddy... —mordí mi labio y comencé a moverme lento en ella, era el paraíso.

—Joder nena... Estas muy apretada. —mordí el lóbulo de su oreja y ella bajó sus manos hasta las perillas del agua. Las apretó y al parecer abrió una ya que comenzó a caer el agua sobre nosotros.

—Daddy... —gimió al sentir el agua fría empaparnos.

Comencé a moverme cada vez más rápido, sus gemidos dejaron de ser de dolor y comenzaron a ser de placer. No nos importó ni siquiera el agua fría.

—Daddy.... Oh Daddy... —callé su gemidos con pequeños besos pero me era imposible.

—Oh nena... Me vuelves loco. —cada vez la embestía más fuerte hasta que oímos una voz.

— ¡HEY! ¡¿QUÉ SUCEDE ALLÍ?!

— ¡mierda!