Sweet Candy © |njh|

«59»

Candy POV

Salí de la sesión de fotos y oí su voz, lo vi posado en la camioneta.

—Niall. ¿Qué haces aquí? Deberías estar cuidado a James. —me acerqué y el me abrazó por la cintura para darme un corto beso.

—Le pedí ayuda a unos amigos, Harry y Jade lo están cuidando. —Me sonrió — te mereces un día de descanso, Jade me ha dicho que no has podido descansar como mereces y bueno, yo haré que te relajes. —Besó mi cuello — en mi casa tengo un Jacuzzi y ropa cómoda para que uses.

— ¿Por qué presiento que no podré descansar?— el rió y lo miré con una sonrisa.

—Eso depende de cómo te encuentres de ánimo. —reí y mordí mi labio.

—Nunca he estado tanto tiempo sin James.

—El estará bien, apenas nos vimos hace dos días Candy, te extraño, quiero estar contigo.

—Tienes razón pero...

—Confía en mí, James está en buenas manos. —suspiré y asentí, no podía negar que yo también deseaba estar a solas con él, sin interrupciones, solo nosotros dos, como aquella vez donde casualmente quede embarazada de James.

— ¿Compraste protección? —lo miré divertida.

—Casualmente pase por la farmacia y casualmente en mi casa tengo una tira de 8 más así que supongo que sí. —Reí y mordí mi labio, no podía creer lo que estaba escuchando. — Esta vez no estoy borracho así que no cree que tengamos otro error— rió pero yo no me reí de ello.

—Consideras a James... ¿Un error? —Lo miré mal.

—No... Es decir...si pero... —No lo deje terminar y le propiné un golpe en su mejilla.

— ¿CÓMO DEMONIOS PUEDES CONSIDERAR A TU HIJO UN ERROR?

—No Candy... Yo...

— ¡No te me vuelvas a acercar! ¡Creí que habías recapacitado! Creí... Que habías madurado... —Hablé dolida. — ¡MI ERROR! —le di una patada en los bajos y me fui de allí lo más rápido posible.

Sentía odio y dolor, sequé mis lágrimas y seguí mi camino, oía sus gritos pero los ignoré, solo quería llegar a mi casa con James.

— ¡Candy! ¡Escúchame! —Grito desde la ventanilla del auto, yo solo caminaba.

— ¡Lárgate!

—Candy por favor, nena lo siento, no fue lo que quise decir.

— ¿Nunca cambiaras cierto? —detuve mi paso y lo mire. — Tú no sabes amar Niall Horan.

— ¿De qué hablas?

— ¿Piensas que soy idiota? Fuiste al hotel a pedir perdón con tal de que terminará acostándome contigo.

—No...

—Tú dices "amarme", ¡pero lo único que amas es tener tu maldito miembro dentro de mí! —Lo miré dolida — Jamás me amaras de verdad Niall.... Ni siquiera te preocupas por tu hijo. — apreté los puños. — Ya no me busques más. Regresare a Londres y nuestra historia se abra acabado, tranquilo, nadie sabrá que eres padre de un niño. —seguí caminando, Oí la puerta del auto y me tomo de con fuerza. — ¡DÉJAME!

— ¡NO LO HARÉ! —Me miró a los ojos — ¡NO TE DEJARÉ! —no podía dejar de llorar, incluso sentía miedo. —Fui un idiota, lo siento, te amé y aun lo hago, aunque no fui detrás de ti ahora si lo haré. Tú y James son lo que más me importa en este momento. James no es un error, es lo mejor que me paso en esta vida, sé que no he madurado, lo sé muy bien pero aprenderé, tú has tenido que crecer sola y yo debo ser el adulto aquí, soy 9 años mayor que tú y aún sigo siendo un estúpido adolescente. —Agachó su cabeza y suspiró — de verdad no quiero perderte, eres la única mujer por la que estoy dispuesto a buscar por cielo y tierra.

Mi mente era un desastre, quería abrazarlo y besarlo, pero a la vez me debatía internamente entre dejarlo ir. No sabía qué hacer, necesitaba ayuda en mi lucha de mente y corazón.

—Candy yo... —me tomó de las mejillas y me acercó a sus labios. —en verdad te amo. Jamás he amado a alguien, jamás he sentado cabeza, incluso "mi novia" fue falsa. Quiero ir en serio contigo, quiero ser el padre que James merece, quiero estar con ustedes. —Comenzó a rosarlos y mis manos temblaban, estaban sobre las suyas intentando separarlo pero estaba demasiado débil. — por favor... Perdóname.

—Niall... —trague saliva y lo mire a los ojos —Yo...—suspiré — lo siento... —lo aleje y me fui lo más rápido posible de allí en llanto.

Debía pensar con claridad, no podía caer otra vez, debía pensar en qué hacer, que decidir, mis acciones no sólo influirían en mí, también afectarían a James. Debía pensar bien lo que haría.