Sweet Candy © |njh|

«96»

Candy POV

Caminé con Maddy hasta la casa donde se estaba hospedando Niall, al parecer estaba de vacaciones con Jade y James.

Tenía tantos nervios, habían pasado 13 años desde que no veía a Jade ni a mis sobrinos, mi pequeño James ya era todo un adolescente de 15 años, era tan parecido a Niall, no sólo en su forma física, su forma de ser también me recordaba a aquel hombre rebelde del cual me había enamorado.

No puedo negar que sentí dolor al oír a James decir que era una tonta pero alguna explicación debía tener, tal vez el haberlos dejado lo había dañado demasiado, por eso su carácter rebelde. De todas formas solo quería aclarar las cosas, aunque sabía que no todo sería color rosa.

Malcom me tenía en su mira, no podría irme así como si, debía planear cada detalle si en verdad quería recuperar aquellos años perdidos y regresar con mi verdadera familia. Tenía miedo, Malcom era demasiado peligroso y era capaz de todo con tal de cumplir sus objetivos.

Sabía que su próximo objetivo era Maddy, pero no permitiría que ese maldito toque a mi hija, Maddy era demasiado inocente y ese maldito bastardo le estaba arruinando su adolescencia, apenas era una niña y ya estaba cometiendo aquellos errores que yo cometí.

No permitiría que mi hija termine igual que yo, el mundo de las fotos era muy peligroso. Sé que yo fui inmadura y que nadie me obligo, pero hay una diferencia cuando crees que está bien lo que haces, y que te digan que está bien cuando no es verdad. Malcom estaba jugando con la mente de mi hija y no se lo permitiría.

Al llegar a la casa toque el timbre, Niall jamás cambiaba su gusto en casas, sonreí y al oír la puerta abrirse dirigí mi mirada hacia ella.

—No... No... —Jade retrocedió tapando su boca, sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas que no dudaron en salir.

—Hola... —la mire a los ojos.

—Jade... —Niall apareció detrás de ella y la sostuvo al ver la situación — lo sé, sé que parece imposible pero todo tiene una explicación.. —habló el, Jade no quitaba su mirada de mí. Se veía un poco mayor, pero aún seguía conservando esa belleza que la caracterizaba.

—Mama... —miré a Maddy y reaccioné de mi transe. — ¿Qué le sucede? ¿Se encuentra bien?

—Si amor. —Hablé abrazando a Maddy por los hombros.

— ¡YA TE DIJE QUE NO ME MOLESTES MALDITA! —James aprecio a los gritos.

—Pero James, soy tu madre... —ambos nos miraron.

— ¡MADDY!

— ¡JAMES!—James corrió hacia Maddy y la abrazo con fuerza.

Mire a la mujer que estaba frente a mí y sentí una punzada al ver como abrazaba a Niall y le plantaba un beso en sus labios.

—Amor, ¿Quién es ella? —Niall estaba muy tenso, mis ojos se estaban llenando de lágrimas, sabía que había pasado tiempo y que esto podía suceder, pero nunca creí que dolería tanto el verlo.

—Lucille... Candy es...

—Soy... La madre de Maddy. —hablé finalmente.

—Oh, yo soy la madre de James. —Habló y estrechó mi mano. Miré a Niall dolida ante aquello, le había mentido a James sobre mí. Miré a Jade y ella suspiró negando.

Mi celular sonó y salí de mi trance, era un mensaje de Malcom. Maldije a los mil demonios.

« ¿Dónde demonios estas? Te quiero en la casa en este mismo instante!»

—Candy... —Miré a Niall y fingí una sonrisa.

—Maddy... Debemos irnos... —la mire intentando aguantar las lágrimas, mi voz se oía muy débil.

—Pero mamá...

—Tu padre acaba de enviarme un mensaje, sabe que nos fuimos y lo mejor es regresar. —ella suspiro y asintió.

—Adiós James. —beso su mejilla con tristeza y camino hacia mi lado.

—Candy... Por favor... —Niall intento tocarme pero me aleje.

—Adiós Niall... —tome la mano de Maddy y me fui con ella.

No pude evitarlo, cada paso que daba era una lagrima más derramada, no estaba enfadada pero si dolida. No me molestaba que él había hecho su vida pero si me dañaba que a pesar de mi "muerte" él le haya mentido a mi hijo.

El tiempo cambia a las personas, más de lo que crees, era doloroso, pero eso no se comparaba al dolor que había aguantado durante 13 años por proteger a los que amaba.