Sweet Candy © |njh|

«99»

Candy POV

Me habían dado el alta médico y Niall nos llevó a su casa, no sabía qué hacer, tenía miedo de que Malcom supiera que él estaba allí y me aterraba pensar de lo que era capaz.

Maddy charlaba mucho con Jade y sus primos. No podía creer lo grandes que estaban Sander y Janet, la última vez que los había visto eran tan solo dos pequeños bebes en un carrito el día de mi boda.

Sander era igual a su padre y Janet tenía los rasgos de Jade pero el carácter responsable que solo lo tenía Sander. Jade los había criado bien, esos niños eran adorables.

Por otro lado Jade al igual que Niall no tenían planeado dejarme ir, yo tampoco deseaba irme pero no quería que ese lunático los dañara por mi culpa. Malcom era un desquiciado y era capaz de hacer cualquier cosa con tal de arruinar mi vida.

Por otro lado la ex pareja de Niall no estaba muy contenta por mi aparición, no la culpaba pero aun así no era excusa para irse dejando la palabra "volveré" en la sabana de la habitación con toallas femeninas usadas. Era bastante siniestro e incluso asqueroso.

Estaba sacando las sábanas sucias mientras Niall se encargaba de tirar la bolsa llena de toallas. Estaba perdida en mis pensamientos cuando su voz me volvió a la realidad.

—No puedo creer. —Lo miré intrigada — han pasado 13 años y aun así te ves igual de hermosa que cuando te conocí. —mordí mi labio y me sonroje, extrañaba tanto a aquel hombre.

—Deja de mentir... Solo mírame. —Apunté mi labio partido — soy un monstruo.

—Yo te veo.... Pero tu no.

—Si lo hago. —repliqué, él se acercó y corrió mi cabello de mi rostro.

—No lo haces, porque no vez a la hermosa y fuerte mujer que yo veo. —Me miró a los ojos — mi Dulce Candy... —acerco sus labios a los míos y cerré mis ojos, dio un gran suspiro de satisfacción cuando sentí sus labios sobre los míos.

Mi corazón latía con tanta fuerza, llevé mis manos a su cuello y acaricie su nuca. Me apego a su cuerpo y continuo a que suave beso, sus manos acariciaron mi cintura con tanta suavidad, había olvidado su hermosa forma de tocarme, tan delicada y suave.

Separe el beso y tome aire, el sonrió y mordí mi labio, le saqué sus lentes y los deje a un lado.

—Es mejor dejarlos allí, no queremos que se rompan—me sonrió pícaro.

—Niall... —reí avergonzada. —Nunca cambias ¿verdad? —acaricié su cabello y se acercó a mis labios dejando un pequeño beso y luego fue repartiendo pequeños besos por todo mi rostro.

—Jamás podré dejar de ser así contigo. —Mordí mi labio al sentir sus labios en mi cuello — extrañe tanto a mi nena. —una corriente recorrió mi cuerpo, era peligroso estar cerca de Niall, no podría controlarme.

—Niall... No... —intente alejarme pero su agarre era mayor, retrocedió un par de pasos y ambos caímos a la cama, el sonrió al verme debajo suyo. —No puedo... —lo miré dolida — estoy rota... Estoy sucia... —mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Déjame sanarte... Déjame limpiar cada rastro de ti. —Me miró a los ojos —Solo quiero estar contigo si tú quieres. —trague saliva y asentí.

Los últimos 13 años había estado teniendo relaciones con el peor hombre que había conocido, incluso habían sido en contra de mi voluntad. Trece años sin motivación para poder sentir placer, solo sentía dolor y suciedad.

Y allí estaba bajo el hombre que en verdad amaba con miedo a que le disguste aquellos restos de un cuerpo destrozado, un cuerpo golpeado, una mujer arruinada por la obsesión de un miserable.

Tenía miedo, mucho, no quería que se decepcionara de mí, pero a la vez mi deseo era estar con él y luego de tanto tiempo volver a hacer el amor....