«56»

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Niall POV

Mordí mi labio al verla allí, ya no era aquella niña de 16 años, era una mujer de 20 años, la mujer más hermosa que mis ojos hayan podido ver.

—Guau. Jamás podré dejar de decirte lo bella que estas. — ella se sonrojó. —Para ti —le dí la rosa.

—Aún... Recuerdas que es...

—Tu flor favorita. — Le sonreí — ¿Cómo olvidarla? —Ella salió de la habitación y se enganchó a mi brazo — aún recuerdo cuando estuvimos en California y te lleve a ese campo lleno de rosas. Cuando te recosté en la manta desnuda recuerdo que vi a la rosa más bella entre todas ellas.

—Te has vuelto muy cursi —rió golpeándome suavemente con la flor.

—Tal vez siempre lo fui pero jamás llego ese alguien que logrará sacarme mi verdadero yo... —la mire a los ojos. Subimos al ascensor y comenzamos a bajar.

Ella se miraba al espejo, se veía tan increíble en aquel vestido blanco, tenía tantas ganas de tenerla entre mis brazos y hacerla mía allí mismo.

—Dios... Mi trasero... Engordé... —la mire extrañado.

— ¿De qué hablas? Estás perfecta.

—Mi trasero está más grande, eso significa que engordé.

—Tu trasero siempre fue grande. —ella rodó los ojos y reí, me acerqué y la pegué contra la pared. — Grande y suave. —bajé mis manos lentamente pero ella las detuvo.

—Niall...Por favor... Ya no soy esa niña... —corrí un mechón de su cabello y acaricié su mejilla.

—Siempre serás aquella niña para mí. Sabes que jamás pude olvidarte... —ella entreabrió sus labios. — fue doloroso saber que no sentías lo mismo...

—Yo si sentía lo mismo. —me miro a los ojos, parecía ser sincera. — Yo fui la primera en caer en el amor, mucho antes que tú.

—Pero... Aquel día... Dijiste lo contrario...

—No quería impedir que cumplieras tus sueños, tú lo habías dicho, no te irías si yo seguía en tu vida.

—Sacrificaste tus sentimientos... ¿Por mí? —ella asintió apenada, la tomé del mentón y la hice mirarme. —Es increíble lo que hiciste, y tienes razón... Jamás me podría haber ido si tú me lo decías. Me costó mucho intentar olvidarte y fue imposible lograrlo como veras. —Ella sonrió de lado— me vuelves loco Candy, desde aquel día que te vi en el pasillo junto a Jade.

—No sabías quien era.

—No, esa es la mejor parte, me atrapaste sin saber quién eras. —sonreí, las puertas se abrieron y me tuve que separar con tanta pesadez.

En la camioneta camino al restaurante coloque la radio, una canción sonaba, comencé a tararearla con felicidad, no era una simple canción.

—Oh dios, hace tanto que no oigo esta canción. —Habló con una sonrisa.

—Yo igual —le sonríe. —You've got a tendency for taking all your clothes off
Oh man hot damn you've got a body like oh oh oh oh— canté y ella rió

You've got a part of me addicted to the moment
Oh man hot damn I've fallen hard like oh oh oh oh —Está vez siguió ella la letra.

—I like It! —Cantamos a la vez.

—Oh from the minute you walked in my life I've never felt so alive 'cause everything I did was wrong Now everything I do feels right I love it when you make me laugh I love it when you make me cry 'Cause everything I did was wrong Now everything I do feels right... —la mire y estaba ruborizada.

— ¿A dónde iremos? —preguntó jugando con sus dedos, aún hacia eso cuando estaba nerviosa.

—Sorpresa. —le guiñé el ojo.

El lugar no estaba tan lejos por lo tanto llegamos rápido, Bajamos y entramos al restaurante, nos sentamos en la mesa y le sonreí.

Se veía tan hermosa mirando todo el lugar, aquel era el mejor restaurante del lugar y por lo tanto debía llevarla allí. Ella se merecía lo mejor de lo mejor.

Pedimos la comida y ella comenzó a preguntarme sobre mi carrera, charlamos de nuestros trabajos incluso durante la comida, el tema había terminado y ella parecía nerviosa.

—Sé que tienes dudas... —tomé su mano interrumpiéndola y le sonreí.

—No quiero hablar de mía dudas, solo quiero que hablemos de nosotros. —me miró sorprendida pero asintió. — Tal vez... Podamos pasar tiempo juntos hasta... Que regreses a Londres.

—No lo creo... —hizo una mueca. — Es decir... Estamos lastimando nuestros sentimientos.

—No es lastimar si disfrutas cada segundo a mi lado, al menos yo pienso que no es hiriente estar cerca de ti.

—Niall...han pasado muchas cosas. —me levante y me pare a su lado tomando su mano. — ¿Que...?

—Bailemos, esta noche es nuestra, hagámosla divertida.

—Pero...

—Anda! No seas aburrida. —la llevé a la pista y la abracé por la cintura, la canción era perfecta para nuestro baile.

Sus ojos no se despegaban de los míos, sus manos acariciaban mi nuca con tanta suavidad, había olvidado que tan suave eran sus manos.

La había soñado durante tanto tiempo, no había logrado conseguir a nadie que la reemplace, que la saque de mi corazón y fue lo mejor. Por fin la tenía allí, junto a mí.

—Me vuelves loco Candy... —Ella mordió su labio.

—Siempre me has dicho eso. Tal vez debo creer que es verdad...

—Pues es la verdad, siempre lo fue y siempre la será. —ella sonrió.

Sus labios, sus hermosos y carnosos labios me invitaban a besarlos, estaba demasiado tentado, lo necesitaba y era mi oportunidad.

Me acerqué a sus labios y los rocé, ella los entreabrió un poco, nuestras respiraciones se fusionaban en una sola, era el momento.

Estuve por tocar sus labios de no ser que me detuvo y se alejó.

—Lo siento yo... no puedo. —Trague saliva — Niall... Debes saber laverdad.    

Sweet Candy © |njh|Where stories live. Discover now