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Niall POV

La madre de Candy se había enterado de todo, cuando llegue a la casa ella estaba junto a Jade Y Sander. Candy aún seguía inconsciente, la recosté en el sillón y su madre comenzó a acusarme.

Jade no tuvo otra opción, tuvo que decir la verdad. Su madre había encontrado la caja que ambas escondían, reviso sus celulares. Todo había salido a la luz.

No quería que me alejara de Candy, estaba completamente loco por ella, me estaba enamorando, no podía dejar que me la arrebatara.

Fingí ser su novio, aunque muy en el fondo era lo que más anhelaba, todo era una farsa. La mujer me odió aún más por ello, incluso llamo a la policía.

Estuve varios días en prisión hasta el día del juicio. Candy y todos dijeron la misma versión, ella y yo éramos una pareja.

Algo extraño sucedió ese día, su madre estuvo a favor nuestro y eso permitió mi libertad. La única condición de mi libertad fue no volver a acercarme a Candy.

Los días comenzaron a pasar y era una tortura no poder verla, no poder acariciarla, no poder oírla reír. Era una tortura no pasar mi tiempo con ella.

Solo lograba verla cuando se iba al colegio, su madre siempre la vigilaba, no la dejaba acercarse. La mirada de Candy era tan dolorosa, sus ojos siempre estaban llenos de lágrimas.

Otra mañana llegaba y siempre me apoyaba en la puerta para contemplarla, era tan doloroso y tan hermoso a la vez. Si no podía tenerla conmigo, al menos quería verla, quería contemplarla y tener otro motivo para esperarla.

Ella salió de la casa y sus ojos cayeron a los míos, mi corazón palpitaba con fuerza, de verdad me estaba volviendo loco de amor por ella.

Su madre salió y la tomó de la mano, su mirada de odio hacia mí era constante.

—Andando. —las tres comenzaron a caminar pero Candy se detuvo y me miro. — ¡Andando dije! —ella forcejeo hasta librarse del agarre de su madre.

Corrió a mis brazos y le correspondí con gusto. Su sollozo en mi hombro logro que lágrimas salieran de mis ojos. La extrañaba tanto, su calor y su perfume reavivaron todos mis sentidos, todas mis esperanzas.

— ¡CANDY! —Su madre gritó con furia.

—Niall... —sollozo mirándome a los ojos.

—Debes irte... —seque sus lágrimas — jamás dejaras de ser mía hermosa. —ella sonrió en llanto y me acerque a sus labios pero otro grito de su madre me detuvo.

— ¡CANDY HUNTER! —suspire y la solté, ella sollozo y se fue sin nada más que decir.

Me dolía demasiado verla alejarse, dolida, llorando, obligada. Me había vuelto loco por ella, necesitaba estar con ella, ya no era por sexo. Por el contrario solo quería tenerla en mis brazos y oírla reír o simplemente sentir sus labios junto los míos.

Acariciar su cabello, besar sus hermosas y tiernas mejillas, oír su voz, oírla cantar o simplemente ver una película junto a ella. Jamás me había enamorado, creí haberlo hecho de Sally, pero solo fue un error.

En cambio, Candy no lo era, ella era distinta, era lo que más amaba de ella, su forma de ser me había enamorado y haría lo que fuese por recuperarla.

Sweet Candy © |njh|Место, где живут истории. Откройте их для себя