Sweet Candy © |njh|

Capítulo 11

Niall Pov

Había llevado a Candy a su casa, estaba aburrido, excitado y frustrado por no haberla podido llevarla a mi cama. La había cagado al besar a una chica en la fiesta, pero no lo pensé, era habitual en mí besarme con las mujeres, ella solo me provocó y si no hubiese sido por el show de Candy seguramente me la hubiese tirado.

Ella tenía razón, no era un buen Daddy, gasté dinero y tiempo en convencerla y ahora que podía tenerla lo había arruinado.

La llevé a su departamento y ella río, estaba ebria, maldije a mis adentro por lo que sea que Zayn le había dado.

—Anda, recuéstate. —Ella rio y se subió a su cama, comenzó a saltar como niña pequeña. —Candy... —Suspiré frustrado.

— ¡Ven Daddy! —rio divertida, me acerqué y la tomé de la cintura para que se detenga. Ella mordió su labio y se pegó a mi cuerpo, se veía de mi altura estando sobre la cama. Abrazó mi cuello y acarició los cabellos de mi nuca. —Eres un mal Daddy... Ya no sé si quiero estar contigo. —Habló con un tono infantil.

—Candy, lo lamento, fui un tonto. Prometo ser un mejor Daddy. —ella rio y guio mis manos a su trasero, era tan suave, su falda era tan corta que podía sentir perfectamente su piel.

—Debes ser un verdadero Daddy si lo quieres. —acercó sus labios a mi cuello y comenzó a dejar pequeños besos. — yo quiero verte en acción Daddy. —mordí mi labio y la apreté contra mi cuerpo. Su pierna enredo mi cadera y comenzó a frotarse, me estaba encendiendo como el fuego, pero estaba ebria y había vomitado. No era bueno.

—Candy por favor... —la alejé un poco de mi — anda, se buena niña y descansa. —ella se recostó y me miró riendo.

—Duerme conmigo Daddy. —se hizo a un lado y me recosté a su lado, ella se recostó sobre mí y coloco mis manos en su cintura. — Quiero un Daddy que me quiera de verdad... —la miré y vi como sus ojos peleaban por mantenerse abiertos. —Quiero un Daddy solo para mí...—sus ojos se cerraron y al cabo de unos segundos se quedó dormida. Estuve allí hasta que Sander apareció con Jade en brazos, estaba dormida.

Dejé a Candy a su lado y nos fuimos dejándolas dormidas en la misma cama.

— ¿Te la tiraste? —pregunto Sander saliendo del departamento, negué frustrado y cerré la puerta con llave.

— ¿Y tú?

—Jade no me dejó llegar al departamento, lo hicimos en el auto. Es increíble. —Sonrió satisfecho.

—Maldito suertudo. —gruñí y me tiré en el sillón.

—No es mi culpa que tú seas un pésimo Daddy. —se tiró a mi lado.

—Lo arruine, tal vez deba convencerla de ser su único Daddy... Y que ella sea mi única niña.

—Eso la hará muy feliz y ella hará feliz a tu pene. —sonreí de solo pensar en Candy sobre mi desnuda. —estas niñas tienen experiencia hermano.

—Intentare convencerla, solo espero que no recuerde lo que vio.

—No lo sé, Zayn le dio de beber su mezcla de licores y ella al igual que Jade jamás bebieron, al menos fue lo que Jade dijo.

—Joder... Seguramente no lo recordará. Ya quiero tenerla en mis sábanas, esa niña sabe cómo encender mis fantasías más oscuras. No sabes lo difícil que fue no dejar que siguiera con sus juegos.

—Es increíble que te controles.

—No quiero que Baby Sally se repita. —suspire frustrado.

—Nadie quiere eso, es mejor que seas cuidadoso con Candy.

—Lo sé...

Candy POV

—No puedo creer que lo hayas hecho y yo no—la miré con un puchero en mis labios y ella rio.

—No es mi culpa que te hayas elegido al idiota.

—Anoche quise hacerlo igual, pero él pensó que estaba muy borracha y me detuvo. —hable recordando lo sucedido.

—No es tan malo después de todo. Es decir, pudo hacerlo y no lo hizo.

—Solo lo hace porque me quiere entre sus piernas, y no lo niego, yo también quiero estar entre sus piernas.

—Pues invítalo. —me dio mi celular. — envíale un mensaje y que venga. Mamá no volverá hasta las 12:00 tienes 2 horas, yo me quedo en su habitación o salgo a caminar.

—Mmm... De acuerdo. —Tomé el celular y le envié un mensaje a Niall. Jade simplemente se fue.

Candy: Daddy, ¿estás ahí?

Daddy: Buenos días hermosa.
Daddy: ¿a qué se debe tu mensaje?

Candy: estoy sola y aburrida.

Candy:

Candy: ¿Me quieres hacer compañía?

Candy: ¿Daddy?

— ¡CANDY! ¡ABRE! —Oí su voz del otro lado de la puerta y mordí mi labio. Fui a la puerta y me miré al espejo por última vez. Abrí y le sonreí.

—Hola Daddy. —el entro y cerré la puerta con llave.

—Niña traviesa... —me acorraló contra la puerta y mordió su labio. — por fin tendré a mi Candy.

—Y yo por fin tendré a mi Daddy... —ambos sonreímos, era el momento y nada lo detendría.