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Candy POV

Había quedado con Niall en vernos en el restaurante luego de que mi madre se fuese. Estaba nerviosa, de verdad quería volver a estar con él, no me importaba si el no gustaba, solo quería estar a su lado.

Por una parte agradecí a la idiota de Sally por haberse acostado con todos los empleados, es decir, ella no merecía estar con Niall. Yo tampoco creo merecerlo pero no le había hecho daño, al menos merecía una oportunidad.

—Tranquilízate o terminaras embarazada con sólo verlo. —Jade me tomo de los hombros y suspire.

—Es que... Quiero verlo y lo de anoche fue tan... ¿Y si...? ¿Y si ya no quiere ser mi Daddy? —la mire triste.

—Candy, estoy a punto de pegarte si no dejas de decir idioteces. —suspire y sonreí. — así me gusta. Calmada.

Mire el reloj y mordí mi labio, era el momento.

—Mi destino me espera.

Salí del departamento y entre al ascensor, en el segundo piso subió Michael.

—Candy, Hola —me sonrió.

—Hola Michael —sonreí y lo abrase — ¿cómo estás?

—Increíble, iba a ver a mis amigos, ¿tu?

—Quede en verme con alguien en el restaurante. —sonreí y el asintió.

—Ojalá y Niall no vuelva a lastimarte.

— ¿Cómo sabes que es él? —lo mire sorprendida.

—Se nota en tu sonrisa. —Mordí mi labio — Tranquila, tu secreto está a salvo.

—Gracias. —llegamos al piso y lo abrace — de verdad, muchas gracias.

—Tú sabes que siempre podrás contar conmigo. —Me sonrió — mucha suerte. —salí del ascensor y me dirigí a paso lento al restaurante.

Mis tacones resonaban a cada paso que daba, estaba nerviosa y demasiado. Llevaba un vestido blanco con un escote algo pronunciado y debajo tenía puesta lencería nueva que Jade había conseguido.

Quería estar lo mejor posible, aunque fuese un desayuno quería volver a tener la atención de Niall.

Entre al restaurante y caminé hacia la mesa donde estaba el sentado mirando la nada. Parecía tranquilo y calmado, me acerque a paso lento y el depósito sus ojos en mí.

—Guau... Te vez increíble Candy. —mordí mi labio y me sonroje.

—Es algo casual —mentí y me senté. —tú te vez muy bien. —el río y cuando se calmó habló.

—Candy yo te invite aquí porque... —tomó mis manos y me miró a los ojos — quiero estar contigo. —mi corazón palpito con fuerza.

—Dices... ¿De volver a ser mi Daddy?—el río y negó.

—No, Yo... Yo no solo quiero ser tu Daddy. —abrí los ojos sorprendida — Candy tu... Tú me gustas y mucho.

—Ahh... Ahh... —no podía articular palabras. Estaba impactada, sorprendida por lo que estaba escuchando.

—Me gustaría.... Que fuéramos... Más que amigos. —mordí mi labio para contener mi emoción, no podía creer lo que estaba sucediendo.

—Niall yo... —trague saliva para aclarar mi garganta y el río.

—Tranquila nena, solo es una broma. —rio y yo fingí una sonrisa que poco a poco se borraba. De verdad me había hecho ilusión, eso me había lastimado. — tu cara fue muy graciosa. —rio aún más.

—Me asustaste tonto —lo mire mal. — sabes que con esas cosas no se juegan. —separe mi manos de las suyas.

—Lo siento, no pude evitarlo. —rodee los ojos y me levante.

—Lo siento, no tengo apetito. —dije y comencé a irme.

— ¡CANDY! —estaba en el pasillo yendo al ascensor. — ¡Candy espera! —me tomo con fuerza del brazo.

— ¿QUE? —lo mire mal.

— ¿QUE TE SUCEDE? ¡SOLO FUE UNA ESTÚPIDA BROMA! —mis ojos se llenaban de lágrimas, no podía evitarlo. El me miro y comenzó a negar. — oh no...

—déjame sola Niall. —me solté y el volvió a atraparme— oye deja... —todo paso tan rápido.

No pude completar mi frase ya que mis labios bailaban con los suyos de la manera más suave que existía. Me deje llevar hasta que ambos pedíamos aire, nos separamos y el junto nuestras frentes.

—Eres un idiota. —trague saliva y el sonrió.

—Soy el idiota que te vuelve loca. —Mordí mi labio — ¿de verdad sientes algo por mí? — lo mire a los ojos y suspire.

—yo...—su celular sonó y se separó, lo tomo y atendió.

— ¿Hola? Si. Si. De acuerdo. Gracias. —colgó y me miro. — me... harán una prueba para fútbol este viernes en Londres. —Hablo con emoción.

—Me alegro por ti. —sonreí de lado.

—Con respecto a nosotros...

—No me gustas Niall, solo me atraes como Daddy. —mentí.

—Dios, me habías asustado. —mordió su labio y me tomo de la cintura. — no quiero dejar de ser tu Daddy. —lo dude por unos segundos y abrace su cuello.

— y yo no quiero dejar de ser tu nena. —hable coqueta.

¿Por qué mentí? Es una respuesta sencilla, si Niall sabe que me gusta más que para el sexo se alejara.

Sander me ha dicho eso luego de haberme oído hablar con Jade, no quería tenerlo lejos y si debía fingir para tenerlo cerca, eso haría.

Sweet Candy © |njh|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora