Sweet Candy © |njh|

Capítulo 14

Candy POV

Jade había engañado a mi madre diciendo que iría a sacar la basura, aunque en realidad solo se había ido a visitar a Sander al departamento de Niall.

Su Daddy le había pedido que vaya rápido, el pobre hombre tenía un problema en sus pantalones que su niña había puesto en ellos y debía arreglar.

En momentos como ellos me preguntaba ¿Por qué Niall no era tan inteligente como Sander?

Mi madre no trabajaría esa noche por lo tanto tampoco podría estar con él ese día. Sentía que todo conspiraba en mi contra cuando se trataba de mi placer.

Al cabo de unos minutos Jade volvió a la casa y mi madre, para su suerte, se estaba bañando, por lo que no había notado su tardanza.

— ¿Viste a tú Daddy? —la miré un poco molesta.

—Si, además vi al tuyo. -rió mientras pasaba a mi lado y se sentaba en el sofá.

— ¿Qué estaba haciendo? —la miré intrigada al oírla hablar sobre él.

—Nada especial, solo estaba recostado en su cama. —la miré con cara desinteresada y volví mi vista a la televisión. —Tocándose... —susurró casi inaudible para el oído de cualquiera, pero no para el mío.

—¿QUÉ? —la miré con los ojos abiertos y ella rió, se levantó por su jugo y lo tomó observándome desde la barra.

—Tu Daddy estaba tocándose viendo la foto que tú le mandaste. —Habló con tranquilidad para luego darle un trago a su bebida.

—Dios. —mordí mi labio, de solo imaginarlo mi cuerpo pedía a gritos por él, en verdad lo necesitaba.

—Te necesita y mucho —aclaró de forma dramática.

—Yo también lo necesito. —pasé mi mano por mis brazos acariciándome con frustración.

—Por suerte yo me tome el trabajo de ayudarlo. —habló con una sonrisa en sus labios.

— ¿Qué hiciste? —la miré intrigada mientras se dirigía al cuarto.

—Nada que no le gustase. —me guiñó el ojo y entró a la habitación.

Niall POV

—Jade...—me sorprendí al verla— ¿Qué haces aquí? —mordí mi labio, la ropa que llevaba puesta sí que le quedaba bien.

—Nada, vine a ver a mi Daddy. —se sentó en los pies de la cama —Necesitaba mi ayuda, nada que mi boca no pueda arreglar.

—Joder... —mordí mi labio— yo necesito a Candy... ¡Espera! ¿Follaron en el sofá? —ella asintió— Joder, no quiero semen del idiota en mi sillón, pero más le vale limpiarlo.

—No quieras hacerte el limpio, Horan, todos sabemos que ambos se la jalaban viendo nuestras fotos en ese sofá.

—Buen punto. —ella observó mi celular y rió.

—El poder que tiene Candy en ti es impresionante.

—Ella me vuelve loco, tú también lo haces. —le guiñé el ojo— podrías ayudarme ya que tu prima no lo hace.

—Lo siento, no traicionaré a mi Daddy, solo estoy aquí porque me dijo que te avisara que vayas a la sala cuando termines. Ambos tienen reunión de hombres esta noche.

—Maldición, se me olvido. —suspiré frustrado al recordarlo.

— ¿Sabes? Te dejare en claro esto, Candy sufrió mucho con su primer Daddy y yo me he vuelto muy protectora con ella. —se subió sobre mí y me tomó con fuerza sobre el bóxer

—Joder...—gemí al sentir su mano sujetarme con fuerza.

—Si lastimas a Candy, te la rompo. Si traicionas a Candy y ella se frustra por tu culpa, te la rompo. Si por alguna casualidad llora y es tu culpa, te la corto. —apretó más fuerte, y aunque era placentero, comenzaba a doler. — En definitiva, cuidarás de ella como se merece, la complacerás como la princesa que es, no estarás con nadie más que ella hasta que ella se aburra y si tú quieres dejarla porque ya no te interesa ser su Daddy primero hablaras conmigo ¿Entendido? —asentí y ella me soltó. — Así me gusta.

Se levantó y tomó su celular, suspiré ante la rudeza de ella, vaya que se diferenciaba de Candy.

No lograba imaginarme a Jade como una Babygirl, su forma de ser era completamente diferente a la de Candy, mucho más ruda y de carácter fuerte.

—Te envié un par de fotos del trasero de Candy para que puedas ayudarte, ser su prima trae ventajas. Incluso yo le doy nalgadas para tocarla. —rió y caminó hacia la puerta— Por cierto, no quieras aparecer hoy, mamá esta en casa y no trabaja. Adiós idiota. —se fue dando un portazo y me quedé viendo las fotos frustrado por no poder verla.

Debía encontrar el momento adecuado para estar con Candy, la necesitaba con urgencia.