Sweet Candy © |njh|

Capítulo 7

Candy POV

—Me encantan los sábados blancos —Rio Jade y yo le sonreí sin ánimos. — ¿Qué sucede Candy?

—Estamos por cumplir 17 años y no niego que esto es divertido, pero... Quiero tener un Instagram... Normal. Quiero poder mostrarme tal y como soy, sin pelucas, sin necesidad de satisfacer necesidades de idiotas pajeros fingiendo inocencia. —Hablé con una mueca.

— ¿Y qué quieres hacer?

—Tal vez debamos cerrar Sweet Candy por un tiempo y abrirnos un Instagram para cada una, como la gente normal.

— ¿Tú crees? —Asentí — sabes que siempre te apoyaré y tienes razón. Estoy harta de recibir consoladores de toda clase y bóxer llenos de semen. —ambas reímos. — si estás segura daremos fin a Sweet Candy y podremos ser solo Candy y Jade.

—Tal vez no haya que darle fin, tan solo...—lo pensé por unos segundos —Podríamos tomarnos un tiempo.

—Tienes razón, será lo mejor hasta que las aguas se calmen por lo del idiota anterior —asentí en aprobación —a nuestro vecino no le agradará.

—Que se pudra. —reí y ella me abrazó. — te quiero Jade.

—Y yo a ti Candy. —Tomó el bolso y me sonrió — ¡Vamos por donas!

— ¡Sí! —la seguí y ambas nos fuimos del departamento camino hacia la tienda.

Cuando llegamos compramos unas donas y unos milkshakes. Jade pidió de Chocolate y yo de frutilla, adoraba aquel batido. Comenzamos a caminar por las calles hasta que se detuvo mirando un punto fijo.

— ¿Qué te sucede? —la miré confundida, ella apuntó el lugar y vi porque se detuvo.

A la lejanía se podía ver un campo de golf, en especial se podía ver a alguien muy familiar jugando golf. Se veía muy atractivo con uniforme, en especial porque sus pantalones marcaban su trasero y su gran bulto que había tenido el placer de tocar sobre el bóxer.

Admito que me hubiese encantado poder tocarlo sin ellos, pero no se la haría fácil. No me interesaba si tendría que gastar dinero en mí, tal vez regalaba fotos mías a idiotas desconocidos a través de una red social, pero eso no significa que me regalase tan fácil hacia un hombre.

Al idiota anterior no se lo había dejado tan fácil, incluso llego a regalarme un iPhone para convencerme. No era materialista ni mucho menos pero cuando hay necesidades y obtienes cosas gratuitas solo para que te acuestes con ellos pues... ¿Cómo decir que no?

Era una adolescente, tal vez incluso muchas me llamaban puta, pero ¿Qué más daba? No le estaba haciendo daño a nadie, tanto la gente que me buscaba como yo sabíamos que solo son cosas de una ocasión.

Era considerada puta por mostrarme frente a millones de hombres en ropa provocativa, pero piensen quien es peor, ¿Yo solo por tener fotos mías? ¿O la que tienes a tu lado e intenta robarte a tu novio? Me gustaba que los hombres me desearan, no lo negaba, ese era una de los objetivos de Sweet Candy, pero tampoco era capaz de separar parejas.

A veces las putas no son las que usan poca ropa y se muestran en las redes sociales. Tu puedes tener a una a tu lado y puede estar vistiendo ropa normal, incluso puedes estar llamándola "mejor amiga" pero la gente no se da cuenta de ello.

Mire a Jade con una sonrisa y ambas pensamos igual. Fuimos hasta el campo de golf y nos asomamos en la reja, él se agachó y nosotras comenzamos a gritar.

— ¡NIALL! ¡HEY! — no nos oía, estaba bastante lejos.

—Ven, burlemos la seguridad. —fuimos a la entrada y nos acercamos al de seguridad quien nos miró con cara de pervertido.

—Hola buen señor, ¿Podría dejarnos pasar? —jugué con mi labio fingiendo inocencia.

— ¿Buscan a alguien? —el hombre tocó la espalda de Jade y ambas reímos.

—A Niall, es nuestro vecino, se le perdieron sus llaves y nosotras se las vinimos a traer. —fingí inocencia.

—De acuerdo, déjenme acompañarlas. —nos guio hasta el campo y lo vimos, estaba en el suelo acomodando la pelota. —Joven Horan, unas jovencitas tienen algo que darle. —el levantó su vista y mordió su labio al vernos.

—Hola Niall. —ambas le sonreímos.

—Gracias Carl, puedes irte. —el de seguridad se fue y Niall se paró quedando más alto que nosotras. — ¿Qué hacen aquí traviesas?

—Te vimos y quisimos hacerte compañía. —habló Jade.

—Estamos aburridas Ni. —le hice un puchero con mis labios y jugué con el cierre de mi chaqueta bajándolo un poco y dejando mi escote al aire.

—Joder Candy... —pasó su mano por su cabello con frustración. Alabado sea su pantalón que dejaba ver como su bulto crecía y crecía.

— ¡Hey Horan! ¿Cuánto más te vas a tardar? —un joven castaño se acercó y Jade lo miró de pies a cabeza. Era muy atractivo y mi prima ya le había echado el ojo. 

Les voy a tirar agua bendita por leer esto 💦 ahno

Los re quiero como Niall quiere el culo de Candy 🍆🍑😏

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