Sweet Candy © |njh|

Capítulo 16

Candy POV

Me recostó en la cama y de reojos observó la caja donde tenía todas las cosas de Sweet Candy. Se acercó a tomarla y comenzó a revisar lo que había dentro.

-Mmm... Tenemos mucho para usar. -sacó el consolador de berenjena y lo miró detalladamente. -Interesante, pero por ahora solo usaré esto -lo dejó en su lugar y tomó una cinta rosada.

Se acercó a mí y ató mis manos con la cinta sobre mi cabeza.

-Daddy... -mordí mi labio y él sonrió.

-Shhh... Daddy quiere jugar. -me dio un corto beso y bajo a mi cuello dejándome con ganas de sentir más sus labios.

Comenzó a besarlo con suavidad y sus manos bajaron hasta mis piernas, las cuales acarició y comenzó a separar para acomodar su cuerpo entre ellas.

Pasó su lengua por mi cuello causando que varios jadeos salieran de mis labios. Me dio una mordida la cual dejó una marca y me miró con una gran sonrisa.

-Eres de Daddy y solo de Daddy. -Asentí ansiosa y el rio. Bajó sus besos hasta mi pecho y me quitó el sostén. - así mejor. - Lo tiró a un lado y me observó a detalle. -mejores de lo que imagine.

Comenzó a besar mi pecho izquierdo y con la mano comenzó a acariciar el otro.

Sus labios apretaban mi pezón y lo tironeaba logrando que gimiera de la excitación que ya tenía y el placer que me causaba.

Ya no aguantaba, lo necesitaba y mucho, entrelacé mis piernas en su cintura y me froté contra su abdomen buscando atención. Me observó y sus ojos reflejaron todos sus deseos oscuros.

-Bien, es momento de atenderte allí abajo. -Mordí mi labio y él me miró con seriedad. -Escúchame con atención, no quiero oírte gritar, y tampoco quiero que te muevas. ¿De acuerdo? -Asentí y él sonrió. -Si no haces caso te castigaré y no te agradará.

Bajó sus labios, besando todo mi torso hasta llegar a mi centro palpitante. Comenzó a dejar besos sobre la tela de mis bragas mientras acariciaba mis piernas con suavidad.

Me quito la última prenda y sonrió examinándome por unos segundos de pies a cabeza. Estaba a su completa disposición y eso parecía encenderlo cada vez más.

Aflojó su pantalón y desabrochó su camisa dejando su torso al aire, aun así sin quitársela. Se arremangó las mangas hasta los codos y volvió a acercar su rostro a mi intimidad.

Separó mis piernas lo máximo que pudo y acercó su rostro, su respiración caliente me hacía temblar.

Dejó un pequeño beso tras otro, me costaba mucho contener mis gemidos y a la vez estar quieta. Era tan similar a una tortura. Una placentera tortura.

Mordió uno de mis labios y no lo pude contener, me retorcí del placer que sentí y el me miró serio.

- ¿Qué te he dicho? -Suspiré con frustración y lo observé en suplica, el negó levemente. -Si vuelves a moverte o gritar, te castigaré.

-Lo siento, Daddy... -él acercó sus dedos a mis labios y me miro aún serio.

-Chúpalos. -Me ordenó, rápidamente abrí la boca y atrapé sus dos dedos, comencé a chupar con fuerza lubricando cada milímetro de estos.

Cuando los sacó de mi boca, los llevó hacia mi intimidad para comenzar a frotarlos con fuerza. No podía soportarlo, el placer que aquel tacto me causaba me estaba desesperando.