Sweet Candy © |njh|

«88»

Niall POV

—Es idéntico a Sander... —mire al pequeño en la incubadora—Hola pequeño Sander—sonreí —Pequeño campeón...—Candy sonrió a mi lado mientras miraba a la pequeña Janet.

—Son hermosos. —Mordió su labio — Niall...—la miré con una sonrisa. — No creo que debamos hacer la boda... —la mire sorprendido — podríamos... Esperar a que nazca la bebe... No quiero verme gorda en el vestido y tampoco quiero que te sientas limitado en la luna de miel...

—Amor —la abracé y bese su frente — no digas tonterías, serás la novia más hermosa de todas y nuestra noche de bodas será increíble. —la tomé de las manos. — ¿sucede algo?

—No... Solo... —me miró a los ojos — Tengo miedo... —suspiró — no quiero que el matrimonio nos destruya... —me miró con los ojos llorosos

—Candy —la abrase con fuerza. —Eso jamás pasará —la hice mirarme a los ojos —Jamás dejaré que nuestro matrimonio se arruine, tu y yo siempre estaremos juntos. —Ella asintió y la bese. — ven, iremos al salón, Jade quiere que vallamos, Shawn se quedará con ella a cuidarla. —ambos miramos a Jade quien dormía y Shawn a su lado sin dejar de contemplarla.

—De acuerdo... —sonrió de lado.

Nos despedimos de Shawn y fuimos hasta el auto, Jade y los bebés se quedarían hasta que ambos alcanzarán el peso adecuado ya que habían nacido de 8 meses y 2 semanas. Para nuestra suerte no habían tenido complicaciones lo cual era una bendición siendo que eran dos.

Sander Junior Jones y Janet Marie Jones eran los nuevos miembros de la familia, si Sander hubiese estado seguro se hubiese desmayado, el siempre imagino el día en que sería padre.

"—Recuerdo el nacimiento de James. —el me miro —recuerdo que tomé tu manita y el agarro mi dedo —sonreí de pensarlo — deseaba que tu estuvieses allí hermano, ese era tu lugar.

—Lose... Si hubiese sabido desde el comienzo yo...

—Lose, pero no pienses en eso, piensa en que tú puedes estar con tu hijo ahora —acaricio la mejilla de James quien estaba en mis piernas jugando con un muñeco. — cuando estuve con James pensé en el día que seré padre, imagina a Jade con un bebé en sus brazos, con nuestro hijo o hija... —suspiro con una gran sonrisa — ya quiero formar una familia con ella.

—Y lo harás —palme su hombro — será un excelente padre, y si quieres un hijo sabes lo que tienes que hacer —le guiñe el ojo y el rió.

— ¿De qué hablan? —Candy se sentó a mi lado y Jade se sentó en las piernas de Sander.

—Tu novio quiere un hijo. —Sander me miro mal y Jade lo miro divertida.

— ¿Sandercito quiere un bebé? —Mordió su labio —no me molestaría buscarlo —Sander sonrió y ambos se besaron.

— ¿No son hermosos? —Mire a Candy y sonreí

—Tan hermosos como nosotros. —la abracé junto a James."

Entramos al salón y lo mire muy emocionado, Candy estaba algo extraña, la veía preocupada y constantemente abrazaba su vientre.

—Amor... ¿Estás bien? —Ella asintió —Candy, ¿qué sucede? —me acerque y la abracé.

—Tengo miedo de todo Niall. —la mire a los ojos, estaban lleno de lágrimas que amenazaban con salir.

En ese momento recordé lo que Jade me había dicho, Candy se volvía demasiado sensible durante el embarazo y la boda era una gran carga.

—Amor, todo estará bien —la abracé con fuerza — te prometo que todo saldrá bien. —ella asintió y la bese con delicadeza. — confía en mí.

—Te amo. —Sus ojos brillaban — te amo tanto...

—Yo mucho más hermosa. —la bese y sonrió rompiendo el beso. — ven, quiero que practiquemos nuestro primer baile. —la lleve al centro del salón y la tomé de la cintura.

Ella sonreía sonrojada, comenzamos a movernos de un lado al otro sin despegar los ojos del otro, era tan hermoso.

No necesitábamos música, no necesitábamos luces ni vestidos, no necesitábamos nada más que el amor del uno por el otro y era lo que más había en gran cantidad.

La hice girar y la recosté en mis brazos, sonrió y me acerque a sus labios para darle un hermoso beso, su mano acaricio mi mejilla mientras se dejaba llevar.

Siempre creí que mi vida se basaba en la libertad que tenía, en el dinero que poseía, en las mujeres que podía conseguir. Me creía el rey del mundo, el hombre que todo lo tenía peor no era así, todo cambió cuando Candy apareció en mi vida, ella me hizo ver la realidad y la volvió mejor de lo que pensaba.

Por fin me sentía completo, tenía un hijo con la mujer más hermosa y ala cual haría mi esposa. Mi niña, mi hermosa Candy....