Sweet Candy © |njh|

«89»

Jade POV

—Luces increíble —la miré de pies a cabeza con mis ojos llenos de lágrimas.

—No llores por favor... Me harás llorar. —Habló emocionada, la abracé con fuerza, mi prima, mi Candy, mi hermana, se estaba por casar con el hombre de su vida. Me sentía tan orgullosa por ella. —Me hubiese encantado que Sander estuviese aquí...

—Este donde este el esta tan orgulloso de ustedes —hablé con una sonrisa —Él te consideraba su pequeña hermana, siempre decía que si Niall te lastimaba se encargaría de romper su hermosa cara. —ambas reímos y negamos divertidas. Tome sus manos y le sonreí — estoy tan orgullosa de ambos, en especial de ti. —la mire a los ojo— jamás detuviste tu vida, has soportado tanto dolor... Es el momento en que disfrutes de la felicidad.

—Gracias por todo Jade... Siempre has estado para mí, en verdad lo siento.... No soporto saber que... —la mire con tristeza, su voz estaba rota, parecía angustiada. — Saber que... Pude haberte ayudado en tantas cosas... Saber que pude haberte... Peleado menos. —suspire aliviada al pensar que diría otra cosa. La abracé con fuerza y bese su frente.

—Siempre fuiste increíble Candy, jamás me defraudaste, no debes pedir perdón —le sonreí — no llores, arruinará este hermoso maquillaje que tarde horas en hacerte. —ella rio y seque sus lágrimas. —sonríe, adoro verte feliz. —Ella asintió y yo camine hacia el carrito donde estaban los bebés — tus hormonas están incontrolable, ni en el embarazo de James estabas así.

—Lose... Estas hormonas...

—Esa niña tendrá un gran carácter —reí

—Será como su tía Jade...

—Lose, soy increíble —ella rió. — Bien... Falta poco.

—Lose... Estoy tan nerviosa. —Mordió su labio. —Podrías... Dejarme a solas un momento, quiero... Pensar un poco.

—Claro, recuerda que en 5 sales. —Le sonreí — mucha suerte.

—Gracias... —camine hacia la puerta con el carrito —Jade... —la mire — cuida de mi bebe... y dile a Niall que lo amo.

—Lo haré. —sonreí.

Salí de la habitación con los bebés y fui hasta la ceremonia donde dejaría a los bebés con mi tía, James estaba sentado al lado de sus abuelos mirando a su padre nervioso en el altar, fui hasta el lugar de las damas de honor y sonreí.

—Hey Horan. —el me miro —Tranquilízate, estas sudando demasiado.

—Es que....ya quiero verla, de verdad estoy ansioso. —sonrió.

—Se ve hermosa, solo te aconsejo tener cuidado en la luna de miel. Recuerda que está embarazada. —El río y asintió.

—Gracias Jade. —me acomode en mi lugar y vi a Shawn, el me miraba y sonreí, me sonroje y mordí mi labio.

—Te vez hermosa. —susurro y me sonroje aún más

—Gracias... Tú también te vez increíble. —Él sonrió y ambos reímos.

—Vamos Campeón, tu puedes —Trey golpeó los hombros de Niall y el asintió, la música comenzó a sonar avisando que la ceremonia estaba comenzando—Mucha suerte tigre. —todos nos acomodamos y miramos a la puerta.

Los sobrinos de Niall, hijos de su otro hermano, Greg, entraron lanzando pétalos de rosas al suelo, la música seguís sonando, todos los invitados se levantaron y miraron en dirección a la puerta.

Vimos una sombra asomarse lentamente y sonreí, poco a poco vimos de quien se trataba y mi sonrisa se borró. Era uno de los invitados, mire a Niall y el me miro preocupado. Todos comenzaban a murmurar, deje las flores a un lado y camine hacia la habitación donde se encontraba Candy, cuando entre Candy no estaba.

—Candy! —no escuche respuesta, me acerque a él tocador y vi el velo, la corona y una carta.

La tomé y la leí, tape mi boca y mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía ser cierto. Niall entró acompañado de Shawn y Trey.

— ¿Donde esta Candy? —Se acercaron corriendo hacia mí y Shawn me abrazo.

— ¡Jade! ¿Qué sucedió? —Niall me saco la carta y la miro.

—No... Candy no...

Candy POV

Caminé hacia la puerta con mi maleta, mire la casa y comencé a llorar, me dolía tanto. No podía ser verdad lo que debía hacer, pero era por ellos, debía protegerlos del dolor...

Deje mi anillo sobre la foto que tenía con Niall, nuestra primera foto, juntos.

—Lo siento Niall... —apreté mi labio con mis dientes y salí de aquel lugar, camine hacia el auto y la puerta se abrió. Subí y cerré la puerta, mire por la ventanilla y solloce.

—Estás haciendo lo correcto... —lo miré y asentí.

No podía hacer nada más que llorar, no tenía otra opción, no queríacausarles más dolor...