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  El bus iba a dejarle, definitivamente sí, no dio tiempo de recoger todas sus cosas en la mochila tenía su sudadera en su hombro y sus tenis de deporte en las manos. Salió del baño de hombres como una bala recién detonada, pero ni siquiera el chirrido de sus tenis en el suelo al frenar por cada esquina detuvo al gran autobús amarillo que con su estruendoso arranque, José se detuvo en una de las ventanillas que daban al estacionamiento, efectivamente no había nada más que algunos autos aparcados.

Creo que esto de bañarme de último me trae muchos problemas, otra vez voy a llegar tarde a casa.

Decide entonces caminar ya pacientemente por el resto de los pasillos texteando a su tía:

Llegare tarde tía, me volvió a dejar el bus L

Piso la tecla de enviar mientras repentinamente en algún lugar de aquellas paredes de concreto se escuchaba una melodía extremadamente hermosa, y que él conocía muy bien, era un piano José se dejó guiar por el oído hasta conseguir el salón de música, tarareaba la canción mientras el instrumental se repetía.

A José le pico la curiosidad, toco el frio y metálico pomo de la doble puerta del salón y abrió lentamente, la música resonó mucho más a sus oídos, el salón estaba repleto de instrumentos apilados ordenadamente. José no sabiendo muy bien en que terreno se desplazaba caminaba paso a paso.

Había en medio de la sala un piano oscuro y lustrado, el objeto llamaba determinadamente la atención comparado a todo lo demás ya descrito, la melodía paro y un joven de cabello rosa se levantó dejándose ver, el dueño de aquella melodía tan alucinante increíblemente era Bran. 

I want sex/ Quiero sexo.Where stories live. Discover now