I want sex/ Quiero sexo.

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José tenía la mirada fija al sol, viendo cómo se ocultaba dejando un destello azul oscuro al cielo, poco a poco su luz se iba extinguiendo, como una llama que se apaga lentamente, el reflejo en las aguas parecían ya manchas de luminecencia. La música había cambiado ya, y José  detuvo el reproductor, sintió algo tras de si, alguien se acercaba y no lo tomo por sorpresa, José volteó la cabeza y la mirada, en su campo visual se enmarcó el rostro preocupado de su novio, con los labios rectos, los pasos cautos, José ofrece una sonrisa a su amado de media luna, realmente no quería preocuparle, José se limpia las mejillas.

-Estoy bien- dice José antes de que Brandom dijese algo.

- Quiero saber que pasa José- dice y le toma la mano fuerte- ¿Es por lo de tu tía? Tranquilo hemos recolectado gran parte del dinero con...- Brandom se toca un poco la nuca buscando las palabras- ya sabes.

José asiente y vuelve a mirar el mar inquieto, y la brisa le pegó en el rostro ¿Era propicio contar a Brandom que su hermana había muerto y que la extrañaba inmensamente? Era su novio, su compañero de vida en ese instante, y lo había demostrado, Brandom le amaba y José quería ser amado, su cariño y relación era lo que lo había apartado del dolor. José apoya la cabeza en el hombro de su chico, los dos se quedan viendo el horizonte.

- Tenía una hermana Brandom, Carla llegó a nosotros cuando yo era muy pequeño y aunque peleabamos algunas veces, cuando la perdí no pude soportar ese dolor, por eso me vine aquí, por eso estoy alejado de todo lo que me recuerde a esa vida, a mi vida en Venezuela- José soltó de pronto todo aquello.

Brandon no sabía que decir, y José en el fondo lo sabía. Bran suspira profundamente y besa los nudillos de las manos de José poco a poco.

- Eres importante para mí José, odio la idea de que estés sufriendo, no quiero eso para ti, no quiero que nada malo te pase-

José entonces le observa, le planta cara y ambos entrelazan miradas, los ojos de Brandom tenían un brillo especial, era profunda su mirada, podía notarse el cariño desde allí. José le besó, era un beso lento, de labios suaves y de sonidos sordos al roce de los labios.

-No dudes que no me haces felíz Brandom Lozano, me siento muy afortunado a tu lado- Expresa José para sorpresa de su compañero.

- Mi niño- dice Brandom de pronto.

Ambos se abrazan y se quedan así por un buen rato, ¿Cuántos más fantasmas podría tener José? ¿Cuánto más dolor? ¿Por qué cuando Brandom preguntó a Marco sobre que le había dicho a José Marco le dió una respuesta tan contundente?

  No tienes ni la pequeña idea de quién es tu novio ni de los fantasmas que lleva a cuestas Brandom...

¿Que fantasmas tienes José? ¿Es solo eso? ¿Podré ser suficiente para ti? Lo que dices me tranquiliza, solo un poco, porque no soportaría perderte...

Brandom se aferra a José y esta vez quería tenerle así de cerca para toda la vida.