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- Los cargos son retirados del acusado, se cierra la sesión- había dicho el hombre con túnica oscura.

  Hizo sonar el pequeño martillo de madera que tenía a su costado, básicamente la sala en cuestión se desordenó en segundos, personas por aquí y por allá, todos observaban a los dos jóvenes protagonistas de dicha reunión, de aquella sesión. Kylie lucía taciturna, con un conjunto oscuro, elegante de falda corta como era acostumbrado, tenía unos lindos pendientes de perla a juego con su cadena. Por su parte su hermano permanecía con la mirada cruda, a su lado había un grupo de personas jóvenes como él. Y una chica colgaba de él, muy al pendiente, rozándole y acariciando por dónde podría permitirse en ese momento.

Patético...

- Esto es un circo, justo cómo había dicho papá- susurró Madison al cabo de unos segundos.

José no sabía que tenía, estaba tan sorprendido, los nervios los tenía contenidos en la boca del estómago aún estaba allí esa espina. La rabia que le hervía la piel cuando observaba a aquel hombre. Aparto la mirada de él y de su "mujer" que parecía venerar al hombre más que un dios. La imágen le producía repugnancia.

José parpadeo varias veces, observó como un hombre de mediana edad conversaba a una esquina del lugar, muy apartados de todos, como si quisiesen espacio o más bien anonimato. Se daban la mano y miraban de reojo a todos seriamente, se despidieron discretamente.

Kylie por otro lado estaba astiada había mucha gente a su alrededor, le hacían preguntas y ella respondía como podía, en unos minutos no pudo ocultar su disgusto, pero fue decente al despedirse y desligarse de una mujer que la mantenía atrapada. La mujer era muy elegante, y considerablemente alta.

Kylie entonces se despega de ellos y viene al encuentro cuando se da cuenta de que José y Madison estaban allí. Aún sentados entre las gradas.

-Chicos- expresa y les brinda una sonrisa muy pobre a frente a lo acostumbrado.

- Hola- apenas dijo José.

- No los había visto al llegar- expresa.

- Descuida hemos llegado tarde, justo cuando daban veredicto- Madison entonces cruza las piernas.

- Hemos escuchado los resultados del juicio y estamos algo confundidos- dice José.

- Retire los cargos- dice y la decepción era palpable en su aspecto.

- ¿Por qué lo has hecho? Le dejaste ganar- dice José.

  Kylie se muerde los labios y sus ojos se umedecen.

- Pueden estar tranquilos que esto no ha terminado.

- ¿Qué quieres decir con eso?- pregunta José.

- No importa, ya se los explico luego- dice Kylie.

De pronto una mujer se hacerca, la misma mujer elegante y alta que tenía cogida a Kylie de los hombros. Con un semblante felino y unos ojos rallados como un gato, impregna el lugar con su fragancia dulce y penetrante.

- Señora Jones- dice Madison cordialmente.

Mad se coloca en pie y saluda a la mujer con un beso, José imita a Madison quedando en pie.

-Madison querida has venido- Expresa la mujer.

Kylie se siente incómoda, pero trata de salir a flote diciendo:

- Ella es mi mamá José, te la presento- dice entonces.

La mujer dirijo su mirada a José, parpadea varias veces y sonrie.

- Un gusto José, me han hablado de ti, todo un héroe.

José sonríe tímido y le da la mano.

- lástima que los héroes no duran mucho más que los sensatos, uy en estos tiempos lo mejor es ser otra cosa ¿No? Estoy segura que si, cariño gracias por estar aquí.

José se siente confuso ¿Acaso eso era una advertencia? ¿Una amenaza? Luego de ello a José el corazón comenzó a latir más a prisa. Y la incomodidad era palpable.

- Bueno creo que tenemos que irnos, pero nos veremos luego, si quieren pueden venir a casa está noche, tendremos una cena familiar especial. 

Fantastico una cena con esta mujer...

- Pero que plan más perfecto, en efecto estaremos ahí- dice Madison con una sonrisa de rabo a rabo.

Algo andaba marchando mal y José tenía que averiguar qué pasaba esa misma noche.

I want sex/ Quiero sexo.Where stories live. Discover now