I want sex/ Quiero sexo.

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Entonces Brandom le besó ignorando por completo el rostro  perplejo de José, sus labios sabían tan bien, y la lengua de José era tan juguetona, que Brandom podía pasarse horas enteras haciendo eso... José era una llave de éxtasis, e imaginar sus labios con los suyos y sentirlo de ese modo, el simple hecho de estar allí tan cerca uno del otro hizo que Brandom comenzará a desplazar sus manos por todo su cuerpo, por entre la delgada tela de la ropa. Hurgo vehemente con sus manos, abrió la cremallera del pantalón de José y comenzó a rozar su miembro con los dedos.

Las caricias eran látigos de lujuria para José, la sensación se acumulaba toda, como un peso eléctrico en sus caderas, y parte baja de su abdomen. José jadeo y levantó el rostro buscando consuelo, además apretó la espalda de Brandom, tanto que clavó sus uñas.

Mierda... Bran ¿Qué me has hecho?

José no tuvo tiempo para pensar, Brandom lo hecho en la cama, y se quitó la franelilla, se lamió los labios y José sonrió juguetón ante la expresión de Brandom.
-Ah ¿Entonces si quieres divertirte?- dijo ente jadeos.

Realmente sexi...verlo de ese modo por mi.

José tenía las mejillas hirviendo, tintadas de rojo, igual sus labios que estaban entre abiertos, sus ojos oscuros muy abiertos, brillantes y el cabello azabache pegado a la cien. Brandom entonces comenzó a despojarlo, primero de su camiseta, luego de sus vaqueros. Quedó totalmente en ropa interior, y Brandom le admiró, un cuerpo delgado, pero en buena forma, piernas gruesas y abdomen plano. Y esos pezones pequeños y color canela claro. Mmmm... Brandom se mordio el labio.
Repentinamente Bran se coloca tras de José y este se desconcertó.
- Mira José- dijo tras de él, los dos sentados en la cama, muy juntos- que sexi eres- le besó el cuello.
José hizo lo que Bran pidió, se miró en el espejo que tenía Brandom frente a su cama, allí estaba él, pero no sé sentía como José. Era otro, uno con el deseo en el rostro y la piel hirviendo, con un hermoso chico de cabello rosa besándole el cuello. José comenzó a meniarse frente a las embestidas de Bran. Y el de cabello rosa comenzó a pellizcar sus pezones. Embriagador. José chillo y Brandom gimió como un gato ronroneando, un sonido gutural y sexi al oído de su compañero.