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José no pudo seguir observando, Brandom tenía el balón en su poder y toda una ola de personas mirándole con la espina de la duda a cuestas, el chico con la franela de número diez inscrita se apartó el cabello húmedo y pagado de la cien, junto con el sudor que le brotaba de todo el cuerpo. Tenía la respiración entrecortada y suspiraba cada cierto tiempo, las manos las tenía frías y el corazón le pulsaba a galope como un semental en los llanos. Tenía la premura en sus piernas y el polvo corrió con el en unos instantes, el balón golpeó con fuerza y el zapato de Brandom igual, ambos haciendo colisión ¡Pffff! Silva el balón y con rapidez volaba por el aire, atravesando la distancia que había entre Brandom y la portería. El portero distante fue ante la rapidez y altura del objeto, ningún dedo de su enguantada mano tocó el balón que con facilidad pulsó la guaya de la portería y calló al suelo desempatando en partido. Y cuando Brandom vio que en la pantalla informativa los números de anotaciones habían cambiado a de dos a uno supo que habían ganado...

Celebró con la pila de compañeros que se dedicaron a hacerle una barra especial, gritaban enérgicamente su nombre una y otra vez en un grito que parecía de guerra, José apenas pudo abrir los ojos y sonrió.

- ¡Coño e la madre marico ganó!- fue lo que expresó en ese instante de alegría perpetua.

  Una multitud arropó por varios momentos a Brandom, cuando recibió la copa plateada la colocó en alto con la sonrisa pintada de rabo a rabo en el rostro, la euforia de sus compañeros hizo que le alzarán haciendo una cama de manos que me hacían saltar de un lado a otro en el aire y Brandom aún con copa en mano muy risueño. Pero los celos le brotaron a José cuando vio luego de un tiempo que chicas se le acercaron para hacerse fotos con él. Brandom no se negó evidentemente, las mujercitas le sonreían y pegaban sus grandes pares de senos cuando posaban para la foto.

  El es mío perras ...

Decía José constantemente en su mente mientras miraba por entre los cristales oscuros de sus lentillas.

- Nada cambia nunca, Brandom es el mismo casanova de siempre- dice Kevin para sí mismo.

- Pues si que cambian las cosas, ahora Brandom el casanova es mi novio- dice José con la rabia oculta en sus palabras.

- Vamos a ver cuánto dura- dice una voz femenina.

Madison se acomoda en uno de los asientos al lado de José, estaba espléndida  uniforme de porrista le sentaba bien, esa falda corta que le acpañaba, hacía mostrar parte de sus piernas eran brillantes, fuertes y atléticas. La rubia que tenía la cara roja por tanto llevar sol coge las gafas de José y se las coloca.

-Estoy muy cansada- expresa.

- ¿No deberías de estar celebrando con el equipo?- pregunta José.

- Lo hago, desde aquí, como tú- se encoge de hombros- además está tarde hay una reunión en la playa, deberían ir se hablará sobre la fiesta de año nuevo, queremos algo diferente este año- dice a ambos con la emoción pegada a las palabras- veo que de nuevo tu sentido común a vuelto Kevin.

- Creo que me guardaré mi sentido común contigo- dice Kevin en tono de burla.

- Cariño ya desearías estar conmigo siempre- expresa Mad cruzando sus piernas largas de chica américana.

José de nuevo observa a Brandom, está vez cruzan miradas, José niega con la cabeza mientras Brandom apenas sonríe y se encoge de hombros. De nuevo otra chica le interrumpa y pide una foto, José coloca los ojos en blanco y Madison ríe por bajo analizando la situación.

Brandom Lozano voy a demostrarte que eres mío...

Se promete José con una ida maquinado en su mente.

I want sex/ Quiero sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora