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Tenía en su poder aquel trasero, expuesto, débil, vulnerable ante sus manos inquietas. Lanzó una nalgada fuerte, como un estridente rebosó a la par de sus oídos, y lo volvió hacer, y otra vez hasta que Brandom lo coge, y lame la superficie desnuda, se vuelve umeda y Brandom introduce el dedo para placer de su compañero y de su mismo. José gime y eso era música a los oídos de Brandom. ¿Cuan placentero puede ser José para Brandom? Realmente no tenía en cuenta que tanto poder había sobre él, sobre las ganas indefinidas de necesitarse ambos. Era una teoría loca, pero a Brandom José le aprecia una fuente muy necesitaría de placer.

Con esa idea coge un poco de miel y la vierte allí, sobre aquella superficie color rosa que tanto le encantaba, ahora parecía un aro de caramelo. José mueve las caderas mientras Brandom ya comienzan a degustar de unas manera casi excesiva, la lengua recorría el hoyo lentamente pero constante. Era casi un ahogo de placer para José, una ráfaga llena de erotismo.

-¡Fuck!- gime José.

Sintió aquella embestida rápida, el pequeño tirón, de nuevo como un pellizco a su ano ya dilatado, ante los ojos de Brandom existía una vista palpable, era la espalda de José, que se tensa y se vuelve roja en algúnos puntos. Y que hermoso era entonces sus caderas moverse a merced de sus empujes, y lo que producía en Brandom, como un alfiler sobre la piel de un globo, lo hacía explotar.

-José si sigues así voy a acabar- gruñe el chico más grande tras él.

José se lame los labios y levanta la espalda, Brandom se clava en su cuello y ambos se van frente a la cámara, la luz de aro le baña la piel a un José con antifaz. Mientras el Brandom enmascarado seguía detrás dando como nunca al trasero de José que ahora estaba perfectamente dilatado. José se vuelve a tumbar y siente como Brandom gime de placer y en un arranque le araña la espalda.

-¡Oh!- Chilla.

-Bran- expresa José.

  Brandom calma su espíritu, y levanta a José, sale de él y lanza el envoltorio de semen y condón a la basura. Está vez sienta a José sobre la cama y este no sabe que más pasará, hasta que entonces siente la boca experta de Brandom, subiéndose como nunca, corriendose en el con la lengua y labios. Brandom emitía sonidos guturales bajo su garganta, como si le encantase aquella proeza. Solo con su boca, entonces algo le chorreo por la comisura, una lágrima caliente, brillante, viscosa y blanca. Brandom se separa del pensé de José dejando un hilo entre su boca y su miembro, era un hilo lleno de ambos. Sonríe para la cámara y termina con un beso casto hacía los pequeños labios de José, esos labios que un emitían quejidos, aquellos que estaban cansados y conmocionados. Brandom le libera de su cautiverio, con cámara ya apagada lo despoja de su antifaz.

José mira a Brandon y ambos sonríen, Brandom le besa mientras lanza su máscara al suelo.

-Ha sido...- José no sabe en absoluto que decir.

-Shhhh- Brandom le calla con el dedos índice colocándoselo en los labios.

José y Brandom se tumban en la cama, Bran se recuesta sobre el pecho de José y le monta su pierna izquierda. José se queda suspendido en la cama, observando el antifaz oscuro en el suelo y aquella máscara de cuero negro que tenía gotitas de su semen reposando en la superficie, sonríe para si y luego apoya sus labios en el cabello de Brandom que olía a champú de fresas silvestres. Se acurruca aun más a él con la idea de volver a repetir aquella sesión de nuevo.

I want sex/ Quiero sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora