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Dormida entre las sábanas hallé tu aroma, tu presencia que se asoma un momento nada más. Yo sé que las palabras se las lleva el viento, y es lo único que tengo que más puedo dar... Acuérdate Verónica que después de todo debe de existir Algún modo en el que te puedo pagar.

José sabía la letra a cabalidad de aquella pieza que sonaba en sus cascos, era una banda venezolana, de lo poco que le gustaba si de canciones venezolanas se tratase. Siempre existía una gama pequeña de artistas que rescatar, pero es que casi todo en ese momento lo arropaba el reggaeton, y José no era muy bueno tratando de escuchar aquello. Así que disfrutaba de vez en cuando uno de sus gustos menos relevantes en la música. Aquellas canciones le producía cierta nostalgia porque le recordaba a las tardes de tetas (un helado típico Venezolano) aquellos calurosos días, dónde salían al porche y allí estaba su hermana, con los cascos puestos y Caramelos de Cianuro reproduciéndose en efecto. El corazón se le conmovió, y quiso no llorar en ese momento, y le fue inevitable. Pero pronto llegaría a Baxter así que cogió su móvil y paro la canción. Se bajó del taxi que le llevaba y que tía Ingrid había pagado para que les hiciera el transporte.

- Adios cariño voy tarde- se despedía la mujer.

Tía Ingrid se perdió rápidamente con su moño a medio recoger y su atuendo deportivo, José apretó fuerte su mochila, y se limpió un poco las mejillas serciorandose de que no le quedase rastro de lágrimas.

-¡Hey!- Saludo alguien por detrás.

Brandom lucía hermoso bajo el sol vespertino, con la cabellera ondeando, y el rostro limpio. Brandom tenía el informe de deportes y José le pregunto al instante:

-¿Vas a entrenar?- pregunta.

- Porsupuesto, he perdido permiso ya- dice emocionado.

-¿Eso no te perjudica? Estamos en finales ¿Recuerdas? Hoy tenemos exámen de química- dice José.

Brandom voltea sus ojos.

- Descuida tengo todo bajo control ¿okay?- José coloca cara de loco amigos en ese instante y Brandom vuelve a hablar:- ¿Puedes confiar en mi... José?

José fingiendo duda termina asintiendo.

-Yo solo quiero lo mejor para ti mister deportes- bromea José.

Brandom entorna los ojos, y se hacerca más a José, le toca el mentón con el dedo.

- Pues pronto voy a estar en ligas mayores, y quiero que celebremos a lo grande ¿Sabes a lo que me refiero?- se muerde el labio.

José jugueteaba entonces con su antebrazo, sus dedos le van recorriendo la piel poco a poco con roces "inocentes".

- La idea me parece exquisita, pero he estado investigando y creo que el sexo para usted no jugador estrella está clausurado- expresa José.

-No vengas con eso José, tú no- se queja.

José alza las cejas y apunta:

- Es por tu vitalidad y rendimiento, estoy hablando enserio, nada de sexo por un largo tiempo- expresa.

-¿Y como quedamos con nuestro cliente?- dice Brandom por debajo.

- Ya me las arreglo con él, por cierto tenemos que hablar sobre eso. ¿Cuánto ya hemos ganado?

- Pues tenemos los suficiente para pagar la hipoteca- dice José satisfecho.

José no sabía que decir, tenía las palabras atrapadas en emoción.

Tía Ingrid vamos a salir de esto...

I want sex/ Quiero sexo.Where stories live. Discover now