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Fueron dos copas de vodka el detonante de la euforia, José tenía las mejillas rojas, el corazón le saltaba y el sudor hacía que se le pegase el cabello a la cien. El tiempo le pasaba muy lento por los ojos: Observando el cabello en el aire de Brandom, los colores le teñian la piel, los ojos los tenía muy abiertos y brillantes. La sonrisa de para en par, Brandom saltaba en el aire, tenía el cuello descubierto y la pajarilla que había allí yacía en algún lugar del suelo. La música sonaba por todos lados como un aura que arropaba a todos los que bailaban allí.

- ¡Me siento como en el cielo, me siento!- José no sabía que decir por encima de la música- ¡Te quiero Brandom!- José lo toma por el cuello y le da un beso casto en los labios.

- Yo también- Brandom susurra al oído de José.

Ambos se quedan allí, en aquella pista de Baile, dónde Kylie disfrutaba de la compañía de su nuevo novio, y dónde Madison bailaba junto a uno de los miembros del equipo de la escuela vecina. Un pequeño rico de la residencia, Madison hacía mover sus caderas, con la soltura y dulzura que la caracterizaba. Ambos cruzan mirada, José y Mad en ese momento la música era una tomada suave acompañado de una cantante que José no reconoció al instante, pero le parecía familiar, pero la palabra Happy era constantemente aclamada por aquella voz.

Si estoy muy feliz...

  José se sentía algo ebrio, aunque no había bebido mucho ¿O si? No llegaba la cuenta de cuantas margaritas se tomó, ni mucho menos copas de champan espumoso. Solo sabe que luego de dos copas que le ofreciera el mesero a él y a Bran le ecendio una llama que hizo saltar de su asiento a la pista de Baile. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Minutos? ¿Horas? Tenía que haber sido el tiempo suficiente como para memorizar cada luz, cada integrante de la banda, y cada canción que sonó.

  Lo último si nunca memorizo, pero las tenía en mente reproduciendo, canturreaba mientras bailaba con Brandom, está vez muy despacito. Los dos sintiendo lo húmedo que estaban por el sudor. La camisa se les pegaba, pero no les importaba. Realmente olían a fragancia húmeda. José le besó el cuello a Brandom.

-No te separes de mi por favor- dijo.

-Nunca- expresa Brandom.

- No hagas como papá, el- José reflexionó su segunda frase:- el ya parece que no está conmigo- José apretó fuerte a Brandom.

Se calvo en su cuello, incapaz de alzar vista, no lloraba, pero tampoco decía nada.

-No tienes porque preocuparte- dice Brandom luego de un tiempo.

-Thomas me ha dicho cosas horribles, el quiere separarnos, no se va a quedar tranquilo- José experimento el miedo en sus palabras.

- Te protegeré- dice Brandom retóricamente, toma a José por la cabeza y pega su frente a la de él- si el se atreve a hacerte daño le parto la cara-

José se muerde los labios.

-No, no quiero que te hagan daño por mi culpa- responde José.

- José es una promesa ¿Recuerdas?- Brandom le acaricia la cara con la nariz y toma el pequeño dije que cuelga del cuello de José.

La mitad de un corazón de metal , brillaba ahora con colores vivos, como ráfagas de estrellas incrustadas en él. José también toma el dije junto a la mano de Brandom y aprieta fuerte.

- La mitad de tu corazón- dijo José.

La canción marcaba su final. Happy, happy, happy... Repitió. José no se sentía felíz, pero la canción era tan hermosa que sintió escucharla una vez más, se dió la oportunidad de descansar en Brandom. En aquellos amplios hombros, en aquel semblante de ángel, en el aroma a jabón que emanaba aún estando sudado. José le quería, su corazón estaba al compás de lo que le confesó.

Solo quiero que sepas cuán importante te estás convirtiendo para mi Brandon Lozano.

I want sex/ Quiero sexo.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt