5 Blue Jeans

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Estaba allí, un rostro sin vida, el olor neumático quemado era asfixiante, sentía como invadía los pulmones sin poder respirar. Las sirenas de la ambulancia lo privaban de escuchar otra cosa, estaba allí, viendo el pavimento con sangre, viendo pedazos de metal quemarse, viendo como paramédicos y bomberos corrían de un lugar a otro. Y de pronto algo le apretujo el pecho, tan fuerte que lo hizo llorar.

Sobre exaltado y muy agitado, estaba allí en el balcón en casa de Mad, y todo callo a su mente de nuevo, no había más dolor... poco a poco calmo su respiración, sintió una mano en su hombro y dio un respingo.

-¿Pasa algo?- Brandom dijo preocupado-

-Eh, nada- José no sabía que decir, Brandom lo observo y bajo a su encuentro.

Se colocó cara a cara con él, José se apoyó sobre el espaldar del mueble.

-Hey, te quedaste dormido aquí, conmigo, ¿No lo recuerdas?

Si, su mente confirmo lo que había dicho Brandom, se habían quedado charlando ambos, recostados en los muebles que estaban allí. Luego José simplemente se quedó dormido. Aún sentía como su corazón dolía por el agite, realmente abrumador, como si estuviese en un pequeño cuarto de dolor. Una presión asfixiante. José estaba pálido, así que tomo un poco de agua que inmediatamente Brandom le proporcionó a verle en ese estado.

José se pasa las manos por el rostro, limpia un poco de su sudor, y mira el cielo vespertino. La cabeza seguía latiendo un poco, dedujo que aún era muy temprano.

-¿Qué hacías despierto? ¿Ayer nos acostamos tarde no?- José intento persuadir cualquier pregunta que pudiese proporcionarle Brandom.

Brandom estaba descamisado, y José noto que su piel era extremadamente rosada... si, tenía un tez rojo en su pecho y cuello, y pecas dibujadas en sus omoplatos. También tenía un lunar en el cuello, otro en la clavícula ¿Tendría oportunidad de besarles alguna vez?

-Tengo que irme, mis padres me deben estar esperando-

-¿A sí? ¿Tan temprano hoy domingo?-

-Como buen cristiano debes saber que se hace tan temprano los domingos.

-Oh- José cae en cuenta.

Brandom se coloca la franela que le había prestado Mad, y luego de ello una chaqueta de cuero que no tenía José idea de donde la había sacado, pero... en ese momento sintió tanta envidia, estaba tan reluciente y el de seguro estaba hecho mierda.

-¿Quieres venir conmigo?-

-¿Ah? ¿Contigo a la iglesia? Es que... mírame... doy asco-

Era cierto, estaba sudado, su camisa arrugada pegada a la piel y no quería imaginarse el nido en su cabello.

-Podríamos arreglar eso-

I want sex/ Quiero sexo.Where stories live. Discover now