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El campo de fútbol estaba repleto de personas, multitudes que se congregaban en las gradas con lemas en las voces en uni sono, todos con pitos, tambores y parfalia, las porristas lideradas por Madison hacían su espléndido acto de apertura, tenían la sonrisa pintada en la cara mientras hacían sus volteretas algunas más experimentadas y otras no tanto que se limitaban a seguir una coreografía y lemas de Baxter High, José estaba en primera fila y saludo a aquel chico alto, uniformado y que resaltaba entre los demás con su espléndido cabello rosa. El juego había comenzado y el balón se pilotaba al son de los pies de los jugadores. El instituto enemigo era difícil de penetrar y ninguna estrategia servía para poder hacer un tanto. José tenía las espectativas puestas en el campo, le picaba la mano y los pies querían patear el balón.
Pero no podía, tenía que confirmarse con ayudar a los chicos con sus buenos deseos, José era del tipo de persona que iba entonces a gritar consignas y a maldecir alto por una mala racha en el partido, simplemente se disponía a observar y, si, a maldecir por bajo cada cierto tiempo. Se acomodaba en el asiento lleno de incomodidad e insatisfacción.

- Lindas gafas eh- Había dicho alguien a su lado.

José parpadeo y cruzó su pierna hacia el otro lado incrédulo de lo que captaban sus ojos. José observó por entre las gafas aquel corpulento chico, que tenía una gorra y un polo blanco, con chort corto a juego.

- Kevin - pronunció un sorprendido José.

- Si, lindas gafas- vuelve a decir.

No eran gafas como tal, eran lentes de sol, esa semana había sido dura para José y los transnochos eran pan de cada día, así que ese día optó por cubrirse los grandes surcos oscuros que habían debajo de sus ojos. Aún dormía con tía Ingrid en el coche, lo bueno es que ambos habían conseguido trabajo en la cafetería de la escuela, José ayudaba a tía Ingrid cuando esté tenía libre, aunque casi nunca ella quería ver a José en la cocina.  Tu lugar está allí.  Señalaba entonces frente a ella, por entre las largas escaleras atravesando el comedor, allí había una pequeña biblioteca muy íntima, como un anexó, José le gustaba estudiar allí porque no había tanta fluencia de alumnos. Todas las tardes, desde que comenzaron con esa nueva rutina de vida, José se había esforzado el doble por estudiar para los exámenes finales de lapso y Brandom a veces le acompañaba y estudiaba con él. A José le agradaba la idea de ver a Brandom preocupado por sus estudios.  Si no paso todas las materias, no voy a optar para la beca en las ligas mayores. Había dicho Bradom la tarde de ayer. Ambos se estaba esforzando al máximo por tener las metas académicas que tenían a la vista. Ese día era un partido importante, la final de los regionales, José tenía las esperanzas puestas en su equipo. 

-Gracias, el sol está algo fuerte- responde José distante.

- ¿El partido como va?- vuelve a hablar Kevin, está vez pregunta y ofrece una chuchería a José- ten están muy buenas.

José coge un dulce y lo introduce a su boca, era una deliciosa gomita dulce.

- Va cero a cero, está muy reñido-

- De seguro irán a penales- dice Kevin analisando la situación- ¿Brandom se esfuerza mucho no creés?

José se encoge de hombros.

- Siempre se lucha por lo que se quiere- se limita a decir José.

Kevin asiente lentamente como si procesara a fondo las palabras de José.

- Tienes razón- dijo luego de un rato- ¿ Crees que debí luchar por Ky?

José no sabe que decir, luego de unos segundos dice:

- Lo hecho, hecho está, ahora debes aprender de los errores y seguir adelante-

Kevin se ríe haciendo saltar sus hombros.

- Creo que querías decir que fuí un completo imbécil y que no lo vuelva a ser jamás- responde Kevin mientras sigue en su tarea de comer gomitas.

- Exactamente-

Ambos comparten risas y no había más que decir ni disculpas que concretar, esa era la manera de Kevin de pedir perdón y José estaba dispuesto a aceptar.

I want sex/ Quiero sexo.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن