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Lauren

— ¡¿Irás a la fiesta conmigo?! —Grita Audrey cuando me descubre buscando ideas de disfraces mientras esperamos que el profesor llegue—. Lo siento, lo siento, me emocioné. ¡Es que no pensé que irías disfrazada! Como nunca me crees cuando te digo que todos irán...

—No seas llorona —le dice Sophie, rodando los ojos—. Si Lauren va, entonces yo también. ¿De qué vas a ir? —Me pregunta al sentarse más cerca de mí para ver la pantalla de mi celular—. ¿Algo sexy? ¿O prefieres que sea tierno?

—Estaba...

—No, déjame adivinar —me interrumpe y pone sus manos sobre mi cabeza al cerrar los ojos como si pudiera leerme la mente—. Ya sé. Quieres que sea las dos cosas a la vez. —Me río al verla y le enseño algunas ideas que no me convencen mucho, pero falta menos de una semana y no creo que hacerme la difícil sirva para arrendar uno.

— ¿Es algo abstracto? —Pregunta cuando no entiende las fotos.

— ¿Cómo sería un disfraz abstracto?

—No sé, como... —Lo piensa antes de responderme—. Como si quisieras dejarlo a la interpretación. ¿Sabes qué odio, Lauren? La gente que se viste de todo y nada a la vez, es sólo una fiesta, por Dios, no es tan profundo. —Rueda los ojos.

—Mi disfraz no es profundo.

—Lo sé, sólo me acordé de esa gente y se parece a cuando la psicóloga te dice que dibujes una persona bajo la lluvia.

— ¿Qué tiene que ver? —Le pregunto sin entender ese repentino cambio de tema.

— ¡Oh! Yo también la dibujé —dice Audrey, acercándose a nosotras cuando mueve su silla—. Y luego busqué en internet qué significaba porque me asusté pensando que había descubierto que era una psicópata. Tenía doce.

—Creo que si dibujas el paraguas más pequeño es porque tienes un trauma con el frío —murmuro, riéndome—. O si no incluye el suelo es porque no tienes estabilidad.

—O tu familia no te quiere —agrega Sophie.

—Yo no lo diría así.

— ¡Es justo lo que quieren decir! Pero lo adornan, claro. El mío tenía un paraguas gigante y me quedó horrible porque no sé dibujar. —Sophie se ríe al hablar—. Aunque pensándolo bien, nunca mencionó qué traumas tenía.

—Es que era una lista muy larga —la molesta Audrey.

—Ja-ja. —Sisea Sophie—. Como sea, volvamos al tema importante después de este paréntesis en el que pude descargarme. Sexy o tierno, Lauren.

No busco que sea sexy, sólo cómodo. Y lindo, por supuesto. En general no me preocupo mucho sobre cómo lucir porque es de conocimiento público que mi concepto de arreglarme se reduce a hacerme ondas en el pelo, como máximo, y que quizás esa sea la razón de que la mayoría de las fiestas a las que he ido desde que entré a la universidad termine exactamente cómo fui. Sin mucha acción.

Exceptuando algunas, claro.

Y ahora admito estar esforzándome más por cierta persona.

—Eh... ¿Dónde está la opción 'ninguna de las anteriores'? Quiero esa.

—Yo estaba pensando en vestirme de la princesa Leia —menciona Audrey—. Pero no estoy segura todavía.

—Qué nerd —le dice Sophie—. ¿Quién querría tener a todos los fanáticos de Star Wars hablándote? Estadísticamente son peores que los que se niegan a superar Harry Potter.

más de ti [camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora