9

11.8K 699 1.2K
                                    


Camila

Mis ojos se entrecierran por el viento cuando acomodo la cabeza sobre las piernas de Kat y frunzo el ceño cuando Hook exhala el humo en mi cara sólo porque sabe que eso me molesta.

Ha estado haciéndolo durante los últimos diez minutos y pareciera que entre más me irrita, más le divierte. Trato de empujarlo con mis piernas para que fume en otra parte, ojalá lo más alejado de mí que pueda, pero sólo escucho su risa ahogada y una tos que interfiere cualquier intención de seguir molestándome.

—Así que... —dice Kat, mirándome. Me incorporo para quitarle el porro de las manos a Hook y llevármelo a los labios con expresión victoriosa, burlándome de él—. ¿Estuviste en el departamento de Nicholas hace unos días? —Termina preguntando en mi dirección.

Fumo antes de encogerme de hombros.

—Sí —le respondo.

— ¿Y...?

— ¿Y qué? —Me hago la tonta.

— ¿Qué hiciste? —Me pregunta—. O sea, ¿por qué fuiste a su casa? Lo último que supe de ustedes es que pelearon y que no querías volver a saber de él. A veces no puedo seguirles el ritmo.

—Fui porque estaba triste y no tuvimos sexo —le digo, aunque suelto una risa—. O más o menos. Depende.

— ¿Cómo que más o menos? —Frunce el ceño.

Me aseguro de que Hook esté en el celular y me acerco a Kat para susurrar.

—Hicimos cosas —le digo, ignorando su cara de molestia—. Varias cosas.

— ¡Pero Camila!

— ¿Qué? No hice nada malo. —Me defiendo antes de que diga cualquier cosa.

— ¿Por qué no te negaste? ¿En serio no te pudiste controlar, de nuevo?

—Pude, pero no quise. —Me encojo de hombros y me cruzo de brazos cuando no cambia la cara—. ¿Ves? Por eso no me gusta contarte mis cosas, no me gusta que me mires así. Nicholas también quería estar conmigo, ¿por qué te enojas tanto?

— ¿Él quiso estar contigo? —Pregunta Hook, incluyéndose en la conversación aunque no debe tener la menor idea de lo que estamos hablando. Su forma de hablar me ofende porque no creo que sea tan difícil de creer que alguien quiera pasar tiempo conmigo, no soy una peste de la que tengan que correr para no contagiarse—. Aún no me queda clara una cosa. ¿Él aceptó verte por su propia voluntad?

Ruedo los ojos.

—No, ¿cómo crees? Lo que hice fue apuntarlo con un arma en la frente para que no me echara de su casa y luego lo mantuve amarrado de pies y manos al sofá para evitar que llamara a la policía. ¿Piensas que me tomaría la molestia de ser una persona decente antes de simplemente forzarlo a recibirme? —Le hablo con sarcasmo.

— ¿Estás segura de saber lo que significa tener voluntad propia? —Hook sigue sin creerme, se recuesta en el césped y suelta una risa. El pelo rubio le cae hasta el cuello y se sacude con el movimiento.

— ¿Qué te hace pensar que no lo sé?

—No pongo en duda lo que dices, Camila, pero vivo con él. Me sorprende que haya querido estar contigo cuando toda la semana ha estado... Oye, espera, ¿estamos hablando del mismo día que no fue en toda la tarde a la universidad y te vi corriendo a la habitación?

Kat le envía una mirada fugaz.

—Sí... —respondo, ya sintiendo la boca seca. El cuerpo se me adormece y la marihuana, que aunque fue poca, empieza a hacerme arrastrar las palabras—. ¿Por qué?

más de ti [camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora